birthday de los kaulitz

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miércoles, 30 de junio de 2010

Nunca te dejare caer. CAP 8








((FLASH BACK))
POR IRENE:

Aún lo recuerdo. Aún sigue fresco, como un cuadro recién pintado, como un poema recién recitado, como un dolor que nunca pude superar.
Recuerdo sus caricias, los dulces que me compraba, como me cargaba. Lo mucho que nos divertíamos en ese pequeño parque. Cuando me llevo a Japón con él. Solo 6 años y medio, no recuerdo mucho de ese día, pero sí recuerdo lo que mi papá compraba y las comidas que comimos juntos.

Recuerdo cuando se iba de viaje y me decía que no podía ir con él, que me tenía que quedar con Sandra. Me decepcionaba no poder ir con él, pero tampoco me desagradaba quedarme con Sandra. Ella solo tenía 25 años, aún era joven, aún se divertía. Ella hizo muchas veces el papel de mamá y hermana para mí. Con ella jugaba mucho a las escondidas o a ser modelo. Ella me peinaba ((en aquél entonces tenía mi cabello hasta la cadera)), me vestía, me maquillaba. También me gustaba ayudarle a preparar pasteles, a barrer, a arreglar el jardín.
Me contaba sus historias. Ella era de Hanover, que su familia era pobre y que agradecía que mi padre la hubiera contratado, porque gracias a él pudo sacar a su familia un poco de la pobreza.





Aquél día, 25 de Abril. Los sonidos de pies subir y bajar las escaleras me despertaron, el bullicio de voces no era nada fácil de ignorar. Yo solo tenía 8 años. Recuerdo que mi cama era muy grande y para bajarme de ella debía de dar un gran salto. Con mi pijama que me llegaba a mis tobillos. Salí corriendo de mi habitación y pude ver que varios ayudantes de mi papa, junto con Sandra, bajaban maletas hasta llevarlas afuera al coche de mi padre.
-Buenos días, pequeña Irene.- me dijo Sandra.
-Hallo, Sandra. ¿A dónde vamos ahora?-
-No, Irenita…tu papá es el que se va. Ira a Bremen.-
-¿Eso está lejos?-
-Un pequeño vieja en coche. No tardara mucho en llegar.- Baje corriendo las escaleras y al llegar a la entrada de la casa encontré a mi papá de espaldas a mí. Tomé su mano, la sacudí para que me hiciera caso.
-¿Papito?....-
-Hola mi niñita.- Me tomo por debajo de los brazos y me alzo en el aire y ahí me dejo por un rato para luego acercarme y darme un beso en la mejilla. Su gran bigote me daba cosquillas en la cara. - ¿Dormiste bien?-
-Me han despertado…- dije quejándome y frotando mis ojos.
-Bueno, ahorita si quieres regresas a tu cama a dormir.-
-Nop…quiero que desayunes conmigo.-
-No podre, linda…me tengo que ir ya.-
-Noooo…quédate a desayunar conmigo.- lo abracé…o mejor dicho, lo estrujé.
-Te prometo que volveré. Solo iré a Bremen por un tiempo. Regresare mañana en la mañana. Bremen no queda lejos.-
-¿Qué vas a hacer allá? ¿Puedo ir?-
-Iré a ver a Helena. ¿Te acuerdas de ella? Es la que te trajo ese gran pastel en tu cumpleaños pasado.-
-Sí. Sí la recuerdo.-
-Voy a ir a platicar con ella sobre un viaje de negocios y cosas de la empresa.-

-“Señor, todo está listo para partir.”- dijo un señor alto y robusto.
-Entiendo. Ya voy… Irene, me tengo que ir. Te prometo que regresaré mañana lo más pronto posible.-
-Y ¿mañana desayunaremos juntos?-
-Sí, comeremos lo que tú quieras.-
-Pastel ¡!!....-
-Hehehe, está bien. Mañana desayunaremos pastel. Ahora quiero que entres, te des un baño y bajes a desayunar con Sandra.-
-Está bien, papito….- Se agacho para darme un beso en la frente y luego abrazarme fuertemente.- Te quiero.-
-Yo también, mi picolina. Cuídate.-
-Tu también, papi.- Me soltó la mano para luego entregarme a Sandra. Me voté para ver como mi papa subir a ese gran coche negro y partir. ¿Quién diría que esa fuera la última imagen que vería de mi padre?

-Vamos, Irene. Te hare un rico desayuno…- me decía Sandra, pero yo no dejaba de ver a mi padre partir del hogar. – ¿Qué quieres desayunar? ¿Huevos…Hot-cakes…fruta…cereal?-
-Cereal y yogurth-
-Bien. Tu sube al baño, date una ducha rápida y cuando bajes tu desayuno te estará esperando en la mesa.- Corrí rápidamente a subir las escaleras y meterme a la ducha.

Cuando había terminado me puse mis pantalones rotos, mis tenis y una blusa azul de tirantes. Me senté a desayunar con Sandra. Ella tomaba su café y un pequeño Sándwich.
Termine mi desayuno al igual que Sandra.
-Vamos a jugar en el jardín.-le dije jalándola a la puerta que dirigía al jardín.
-Hoy no puedo, linda. Hoy es el cumpleaños de mi mamá y le voy a hacer un pastel. ¿Me quieres ayudar?-
-Siiiiii….-
Toda esa mañana le ayude a Sandra a hacer pastel y galletas para la pequeña fiesta que Sandra y sus hermanas le prepararon a su mamá. En esos momentos me puse a pensar.
“Si yo tuviera mamá, ¿Le gustaría que le hiciera una fiesta?”
No deje de pensar en eso. En mi madre y lo mucho que viviríamos si estuviera ahí conmigo.
Cuando termine de ayudarle a Sandra con el pastel, subí al cuarto de mi papá. Me metí en ese gran armario con puertas corredizas y las cerré. Encendí el pequeño foco,…y ahí estaba, esa pequeña caja metálica circular, con adornos de flores rosadas, ya muy vieja. Me senté en el piso y la abrí. Una caja de recuerdos. Recuerdos de mi mamá y mi papá. Cartas de cuando eran novios, fotos, recortes, flores ya secas. Fotos de su boda. Fotos de mi mamá cuando estaba embarazada de mí. Se llamaba Stephany. Era realmente bella. Su cabello castaño y ondulado que le llegaba a los hombros, ojos verdes, piel blanca como la nieve y una sonrisa blanca y grande que le llegaba de oreja a oreja. Ella al igual que mi padre era muy joven. A sus 28 años falleció.
Entre todas las fotos, había una en especial que me encantaba. Una donde mi mamá estaba sentada en una banca del parque y con ambos brazos abrazando su vientre y con esa hermosa sonrisa que tenía no dejaba de mirar su enorme vientre. “ELLA TE LLAMABA, MOTITA” me dijo una vez mi padre “COMO UNA MOTITA DE ALGODÓN”. Mire con más detenidamente la foto. Parecía que no faltaba mucho para que yo naciera. Su vientre ya se veía enorme.
-¿Se habrá alguna vez imaginado que unos días antes de convertirse en una alegra mamá, no tendría el gusto de conocerme y verme crecer?-
Algo húmedo había caído en la foto. Una lágrima. Mis lágrimas.
-Como me hubiera encantado conocerla.- Puse un dudo sobre la foto y delineé su bello rostro. – Mami….- dije en un susurro. En eso la puerta del armario se abrió, espantándome y haciendo levantarme de un golpe. Oculte la foto detrás de mis espaldas.
-Irene. He estado gritando tu nombre desde hace varios minutos. ¿Porqué no contestas?- me regaño Sandra.
-No escuché…- dije apenada mirando al suelo.
-¿Qué haces aquí sola?-
-Jugando….- mentí.
-Sal de aquí. No es un lugar donde jugar.- Salí del armario, pero me lleve conmigo la foto de mi mamá. Me fui a mi cuarto y metí la foto de mi mamá en un libro que tenía en mi mesita de noche. Desde mi ventana escuche unas risas. Pude ver que unas niñitas sentadas en la sobra de un árbol hablaban y reían.
-Sandra…¿puedo a salir a jugar con unas niñas?-
-Pffff, claro que no. Tu papá me comería viva si se enterara que te deje jugar afuera en la calle y con niñas extrañas.-
-Entonces quiero que él regrese para jugar conmigo.- crucé mis brazos sobre mi pecho.
-Tu papá te dijo que regresaría mañana temprano. Mañana pasara todo el día contigo.-

Me sentí enojada. Yo quería que ese día mi papá estuviera conmigo. Pero no estaba y lo único que podía hacer era…NADA. Solo esperar hasta el día siguiente para poder jugar con él.


La mañana paso lenta y aburrida. No hacía nada más que no fuera caminar por la casa sin motivo alguno. No dejaba de mirar el reloj.
Había llegado la hora de comer. Sandra me había preparado algo rico, pero la verdad no me importaba nada más que no fuera mi papá. Sandra pudo notar mi obvio enojo.
-Irene…¿te gustaría ver una película conmigo terminando de comer?- me pregunto. A mí los ojos se me iluminaron. Amaba las películas, en especial las de acción.
-Siiiii…- dije emocionada y casi me ahogaba con mi propia comida. -¿Con palomitas y refrescos y dulces?-
-Lo que tú quieres, linda.- Me había emocionado. Sandra me consentía mucho, pero ¿A qué niñito no le gusta que lo consientan?

……..
Yo me encontraba acostada en las piernas de Sandra en el gran sillón de nuestra sala, viendo aquella película en donde aparecían autos, explosiones, personas volando por los aires. Normalmente a una niñita de esa edad le gustaría ver películas de romance, de muñequitos animados en donde todo el mundo era feliz y de color rosa. La verdad, a mi me aburrían ese tipo de películas.
Frente a mí un gran tazón con palomitas y en la mesa mi enorme vaso de refresco. No sabía cómo cuantas películas ya había visto con Sandra ese día. Lo que sí sabía era que rápidamente anocheció. No era muy tarde, pero la luz del día se había extinguido en ese momento. Yo ya estaba comenzando a cerrar mis ojos, pero el estruendoso sonido del teléfono lo evito.
-Yo contesto….- dije mientras iba corriendo al teléfono.- Bueno?....
-“¿Quién habla?”-
-Irene. ¿Y tú?-
-“AH, Irene. Soy Helena.”-
-Güten nacht, Helena-
-“Pequeña…¿me podrías comunicar con tu papá?”- No entendí porque me pedía eso. Se suponía que mi papa estaba con ella. Estuve a punto de decirle eso, pero preferí pasarle a alguien mayor. La comunique con Sandra.
-Sandra…teléfono.-le dije mientras le extendía el aparato.
-¿Quién es, Irene?-
-Helena. La amiga de mi papá- Sandra tomo el teléfono y lo colocó en su oído.
-Bueno?...Habla Sandra. Empleada del hogar. ¿En qué lo puedo ayudar?...Ajam……Ajam….Sí, él señor por ahorita no se encuentra. Dese la mañana que se fue directamente a Bremen……..No, le juro que no se encuentra…..Yo estoy cuidando a su hija, Irene…….Desde la mañana.- No pude escuchar lo que decía la señora del otro lado del teléfono pero eran obvias las preguntas que hacía. De repente, la cara de Sandra se torno blanca y los ojos se le abrieron como platos.
-Pero….se supone que ese es un lugar seguro, no?.....- Sandra se llevo un mano a la boca. –Pero…..No. No debemos de pensar en eso. No puede ser posible.-
-¿Qué sucede, Sandra?- Ya me empezaba a preocupar, quería saber.
-Sí. Sí, por favor hágalo. Si consigue información, le suplico que no dude en comunicarse conmigo. Hasta luego.- Sandra colgó y solo se puedo recargar en el sofá y con su mano hizo sus rizados cabellos para atrás.
-¿Sandra?.....- Ella me miro primero con tristeza y luego puso una sonrisa en su cara. Yo sabía que esa sonrisa era falsa. Que algo había pasado y ella no me quería decir.- ¿Y mi papá?....-
-Al…..parecer……se ha retrasado un poco…..en las calles de Bremen.-
-¿Retrasado un poco?....pero Sandra, desde la mañana se fue. Mira la hora, ya es tarde. ¿Cómo puedes llamarle a eso un pequeño retraso? No soy tonta, Sandra.- Sé que no estuvo bien hablarle así, pero odiaba que me trataran como bebe solo por tener menos de 10 años.
-Escucha Irene…..Tu papá está en Bremen, eso es seguro…..- se acerco a mí y me acaricio el cabello.- Pero….-
-¿Pero?.....¿Porqué me dices “Pero”?....-
-Creemos que tu papá se ha perdido en las calles de Bremen.-
-¿Mi papi?.....- di unos pasos hacia atrás. Las lágrimas se apoderaron de mis ojos dificultándome ver a Sandra.
-No es seguro, pequeña Irene. Tal vez esta en un hotel, tal vez se confundió de casa. Todo es posible. Pero te prometo que tu papá está bien.-
Quería creerle, quería que esas palabras me tranquilizaran, pero m corazón no lo permitió y me solté a llorar en las piernas de Sandra.

Ya no quería seguir viendo más películas, ya estaba muy triste. Sandra me llevo a mi habitación, me subió a la cama, me puso mi pijama y me arropo en mis sabanas. Ella salió de ahí esperando que me durmiera pronto y tranquila. Yo pasé como una hora moviéndome por todos lados en mi cama. No podía acomodarme, mis almohadas parecían no ser mías. Harta de estar luchando contra esa cama me salí de puntitas de mi cuarto y silenciosamente me dirigí al cuarto de mi papá. Cerré la puerta, escale el gran colchón y me metí en sus sabanas. Olían a él. Me recordaban a él. Al instante pude dormir, pero no fue antes de rezar y pedirle a dios que cuidara a mi papá, a mi amigo, después de eso me deje llevar por Morfeo. Anhelando en lo más profundo de mi corazón que a la mañana siguiente estuviera mi papá, abajo en el garaje para después desayunar pastel, como él lo prometió.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wow chidisimo pero aun sige + espero q si x q te kedo super chido amiga jeje saludox