birthday de los kaulitz

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sábado, 17 de julio de 2010

Nunca te dejare caer. Cap 10

Déjen sus comentarios porfavor. Son muy importantes para mí. Gracias. Disfrutenlo ;D






-----((2 meses después))----
Deje de ir a la escuela por unos meses, Sandra me daba mis “clases” en la comodidad de mi sala, ella era muy aplicada en la escuela, no le fue un gran trabajo enseñarme. También fue muy bueno aprender en casa, porque aunque ya paso un tiempo yo seguía pareciendo un zombi, a mi corta edad ya tenía unas ojeras de lo más grandes, seguía sin bajar a comer muy seguido y Sandra me seguía llamando la atención por eso.

Durante varios día unos señores venían a buscar a mi madre, Sandra les explicaba que ella ya no vivía, que solo nos encontrábamos ella y Yo. Varias veces intente escuchar a escondidas pero no entendía nada de lo que decían, hablaban algo sobre una posesión de una casa, que un dinero de no sé quién, que un desalojo de no sé cuándo. No tenía ni idea de lo que significaban esas palabras a mi corta edad. Le llegue a preguntar a Sandra de que se trataba todo eso, y ella solo me contestaba con un simple “No te preocupes, son cosas en las que solía trabajar tu padre.” Podía ver en su mirada y en su voz que me mentía, que algo pasaba y ella no me decía.

---(( 1 semana y media después))-----

-Bueno, mira…..para multiplicar cantidades de más de dos cifras debes de hacer….- Sandra me estaba dando mis clases en la sala , cuando de repente sonó el timbre de la puerta.- Espera aquí, ahorita te explico cómo hacerlos…- Me subí al sillón y pude ver que le abría la puerta a aquellas señoras que según eran mis tías. Estaban lejos, no escuche lo que decían pero Sandra las invito a pasar. –Uhmm, Irene ellas son tus tías Gretel y Loreley. Salúdalas.- Al parecer Gretel era la de los cabellos rojos y Loreley la de los cabellos castaños.
-Hallo.- dije mientras estrujaba sus manos en un saludo, pero ellas no me contestaron. “Que groseras…” dije en mi mente.
-Irene, nos…permites hablar…un momento?...Ahorita te sigo dando tus clases.- Yo solo asentí con la cabeza y tome mis libretas y lápices. Según hice que me iba a mi habitación, pero la verdad es que me quede en lo más alto de las escaleras escuchando su conversación.
-Le das clases tú, aquí?- pregunto Gretel.
-Bueno, ella ya no quería regresar a la escuela, y aparte ¿Para qué pagar una escuela que yo no podre cubrir?-
-Sí, en eso tienes razón, se ve que tengas el dinero suficiente para pagar una escuela digna para la pequeña.- “¿Cómo se atreve hablarle así a Sandra?”
-Irene es muy inteligente, no está teniendo ningún problema con que le enseñe aquí en casa.-
-Eso ya se verá en un futuro cuando tenga que trabajar.- “¿A caso está diciendo que Sandra no me enseña bien? Esperen….¿ME DIJO BURRA!!!!?????”

-Bueno, no creo que ese sea el principal motivo de su visita, verdad?-dijo Sandra, que ya sonaba algo enojada.
-¿Qué comes que adivinas? Hemos venido a avisarles a ti y a la pequeña que en unos días vendrá un camión a dejar nuestras cosas aquí.-
-¿Qué?...¿P-Porqué?-
-¿Qué acaso no lo sabes? Esta casa ya es nuestra-
-¿Quééééééé???...eso….no no….es p-posible. Esta casa era del señor Peter.-
-Exacto niñita…”Era”. Antes de fallecer él no dejo ningún testamento y como somos la única familia que él tenía, esta casa ahora es nuestras.-
-El señor Peter tiene una hija. Irene. Ella debía de ser la beneficiara y heredera de todo.-
-Pero….¿qué no la has visto?...es solo una niñata. No tiene ni 10 años. ¿Crees que le van a dejar una casa o dinero a alguien como ella? Es obvio que todo lo que tenia Peter debe de ser nuestro.-
-Y ahora que lo pienso, tú eres una total intrusa a nuestra casa, no te hemos contratado para hacer nada. No te conocemos. Tú no vives aquí.- le dijo Loreley a Sandra. Yo sentí un gran frío correr por mi espalda, si lo que decían ellas, que esa casa era suya, Sandra y yo éramos unas completas intrusas.
-Y…¿Qué quieren que haga?-Sandra sonaba asustada.
-“Que te vayas”- corearon ambas.
-¿Qué?- dijo Sandra casi en un grito.
-Noooooo!!!!!- dije bajando corriendo las escaleras.-Sandra es mía, esta es mi casa. No me pueden quitar nada mío.- abrase a Sandra de las piernas.
-Pequeña, que no te das cuenta?...tu dinero, tu casita, tu “Sandra”, ya no es tuyo nunca más. Tú eres nuestra ahora.-
-Desde ahora vivirás aquí con nosotras.- Me sonrieron de una manera que me do mucho miedo.
-Nooooooo!!!!-
-Aguarden….Irene también tiene derecho a decidir. Si ustedes quieren, me voy. No regresare….-
-No, Sandra, no digas eso….-
-Pero…..Irene no es ningún otro objeto como los que se han apoderado ustedes, ella es un ser humano y sabe cómo funciona la vida. Ella también tiene derecho a escoger.
Irene…..¿Qué quieres en verdad? ¿Quedarte aquí? ¿Con “ellas”?- me pregunto mientras se arrodillaba frente a mí.
-Yo….Yo….No lo sé.-
-Esto es ridículo. Niñita, debes quedarte con nosotras, quieras o no.-
-No, ustedes se ven que son malas, groseras, solo han venido a quitarme lo que era mío. No quiero estar con alguien como ustedes.-
-Entonces tú y tu “Sandra” tendrán máximo hasta 3 días para decidir qué hacer. O se quedan o se largan ambas.- Se levantaron con rabia y salieron rápidamente de la casa. Sandra y yo nos estábamos abrazando y no dejábamos de tener aquella cara de susto. “O se quedan o se largan ambas.”
-Tengo miedo. ¿Qué haremos? No quiero que te alejes de mí.-
-Irene, ahorita no pienses en mí, aquí en estos momentos solo importas tú. No te dejare aquí con ellas. Eso te lo prometo.-
-Entonces…¿qué harás?-
-Solo dame unas horas para pensarlo. Ve a tu cuarto a…..a….a repasar lo que te he enseñado hoy.- M fui directo a mi cuarto y realmente intente concentrarme en lo enseñado pero sentía un gran miedo en mi corazón.
-Sí me quedo tendré que soportar a mis “tías” y perderé a mi Sandra. Pero si me voy, la pregunta es ¿A dónde? ¿Con quién?-
Me la pase pensando en eso hasta que la noche calló. Tenía que bajar a cenar, sino Sandra me regañaría de nuevo.
Cuando baje encontré la encontré hablando por teléfono, yo la verdad ya no me quería enterar de más cosas ni tener más sorpresas, me limite a tomar un poco de cereal y leche del refrigerador. No tardo mucho en que colgara y se sentara frente a mí.
-Irene…-
-¿Ya sabes lo qué vamos a hacer?- le pregunte
-Sí y no.-
-‘Cómo es eso?-
-Irene, he pasado toda la tarde haciendo llamadas. Yo al principio creí tener la solución a nuestro problema.-
-¿Cuál era la solución?-
-Yo te prometí que no te dejaría en esta casa con ellas, pero también le prometí a tu padre que cuidaría de ti lo más posible. Mi idea era….llevarte conmigo a Hanover para que vivieras conmigo y mi familia.-
-Esa es una estupenda idea, Sandra!!! Así no me alejare de ti, no me quedare con ellas. Pero, lo único malo es que no podre regresar aquí. Pero eso no importa….-
-Irene, déjame terminar. No te podre llevar conmigo.-
-¿Qué? ¿Porqué?-
-Por muchas razones. La primera, No es legal. Es como si yo te estuviera robando. Aunque quisieras venir conmigo por tu voluntad, eres menor de edad y no tenemos los papeles para hacer este viaje realidad. Ese es el primer principal motivo. Y el segundo es, que mi mamá ya esta my enferma, mis hermanos la están cuidando, también otro problema es que somos pobres, No te podre pagar una escuela, si con suerte yo podía pagar la mía, es por eso que vine aquí a Hamburgo a trabajar hasta que tu papá me encontró y me ayudo. Por más que quisiera, yo no te puedo darla vida que te mereces.-
-No, no me hagas esto, no te quiero perder….pero tampoco me quiero quedar aquí con ellas. Ya no me importa si dejo mi casa o no, me niego a quedarme en esta cárcel.-
-Sé que no quieres Irene y aunque esto me dolerá hasta el alma…tendré…que….llevarte a un…orfanato.- La palabra resonó en mi cabeza como un eco. Pero no estaba segura si negarme o estar de acuerdo. Sabía que un orfanato seria un lugar en donde me cuidarían y tendría atención, pero sería también entrar a un mundo totalmente diferente, un mundo que yo no conocía.
-Y ¿ tú no me puedes adoptar?-
-Ya te di las razones por las cuales no puedo Irene. Lo siento. Pero quiero que sepas que hago esto porque sé que es lo mejor.- Me quede en silencio por un momento analizando y pensando en que sería lo mejor.
-E…¿irías a visitarme?- Sandra me sonrió ante mi respuesta.
-Hare lo posible por que así sea.-
-Y ¿a cuál me iré?-
-Ya he encontrado uno, es el más grande y famoso de aquí. Pero mi idea para entregarte es muy descabellada. ¿Confías en mí?-
-Confío en ti.-
-Bien, mañana te explicare todo. Por ahora vete a dormir.-
-Vente a dormir conmigo.- La jale del brazo y la fui llevando conmigo a mi habitación.
-¿porqué?-
-Si esta será nuestra última vez juntas, que sea como una pijamda.- Ella no dejaba de reír y agradecí de que no se negara.
Me puso mi pijama y me ropo con mis sabanas, ella se acostó a lado mío. Yo intente varias veces dormir pero había tantas cosas en mi cabeza, en mi corazón que no me permitieron disfrutar de mis sueños.
-¿Realmente me irás a visitar, Sandra?-
-Hare lo posible por hacerlo, Irene.-
-No quiero que me dejes.-
-No lo hare.-
-Si tu no vienes a visitarme, yo algún día iré a Hanover a buscarte. Cuando sea grande.-
-Y cuando tengas familia.- Hice una mueca de disgusto ante ese comentario, sentí un vacio en mi estomago.
-Crees que me querrán?-
-Y por qué no? Eres una niña muy especial.-
-Espero que piensen igual que tu.- Un pequeño suspiro salió de mi boca acompañado de una lagrima que escurrió por mi mejilla.- Perdón, es que, ya no quiero llorar, pero el ver este cuarto, esta casa, verte a ti y recordar que será la última vez…siento un enorme vacío en mi estomago. Mi vida cambio en menos de 24 horas y sigue cambiando. Mañana iré a un lugar que no conozco. Todo está cambiando. Me cuesta acostumbrarme.-
-A veces los cambios son para mejorar, Irene. Queramos o no. Te aseguro que tu vida será mucho mejor de la que tendrás aquí en esta casa. Harás amigos, tendrás una familia completa, que te quiera. Tal vez viajaras a otros lugares.-
-Como deseo que fueras tú la que me adoptara.-Me hice un bultito y me acurruque a lado de Sandra, ella me recibió abrazándome y frotando mi espalda.-
-No Irene, te puedo querer mucho, pero no tengo todo para hacer que tu vida y tu futuro sea el mejor. Si te quedas conmigo puedes terminar siendo miserable y pobre como yo. Eso jamás me lo perdonaría. Tú mereces mucho más. Tú mereces a alguien que te ame.-
-Eres muy buena. Te lo agradezco. Te agradezco por todos estos años que me cuidaste, que hiciste el papel de mamá y amiga. Y aunque una parte de mi no quieres cambiar, sé que haces esto porque me quieres. Realmente te voy a extrañar.-
-Yo también mi pequeña picolina. Yo también. Vamos a dormir, que mañana es un día pesado.- Muy a mi pesar me tuve que dormir ya que era verdad, mañana seria un día muy importante en mi vida.



****(( A la mañana siguiente))*****
-“¿Güten morgen?”-
-Güten morgen. Habla Sandra. ¿Se encuentra la señora Gretel?-
-“Señorita” Y sí, ella habla. ¿Quién decía que hablaba?-
-Sandra, la que trabajaba con el señor Peter.-
-Ah sí, la sirvienta. ¿Qué se te ofrece?-
-Solo llamo para confirmar que tiene “Su” casa libre a más tardar hoy en la noche.-
-Excelente. ¿La niña se va o se queda?-
-Ni ella ni yo nos queremos quedar aquí. Nos vamos ambas.-
-Ah, así que te la llevas eh?-
-Jamás he dicho eso. Solo digo que nos vamos de esta casa.-
-¿Y a dónde se va la niña?-
-No es de su incumbencia.-
-Eres una jovencita muy grosera.-
-Y usted una señora amargada.- Sandra le colgó con mucha furia. Yo la mire con asombro.
-Como hubiera deseado que no me vieras de esa manera, Irene. Pero esas señoras son unas “víboras”.- Me dio risa como Sandra llamaba a mis “tías” de esa manera y es que era verdad, eran unas víboras.-Tenemos que seguir empacando.-
Esa mañana la pasamos empacando las cosas de Sandra, ella regresaría a Hanover más tardar en la noche, y yo……yo en unas horas llegaría al orfanato.
El plan de Sandra era llegar a la esquina de donde estaba el orfanato, ahí nos daríamos el último adiós y yo tocaría la puerta del lugar pidiendo que me aceptaran, el plan era que no vieran a Sandra. Empaque un poco de ropa en una mochila, una muñeca que me dio mi papá y solo eso, no debía de llevar mucho a aquel lugar.

-Llego la hora de irnos, Irene.- Sandra salió de su habitación con maletas en mano y una ropa casual, con una abrigo y un gorro. Tome su mano y lentamente fuimos bajando las escaleras. Fui admirando mi propio hogar como un museo, quería tener una imagen fija de cada cosa, cada detalle, para no olvidarlo nunca más.
Ya nos encontrábamos saliendo de la casa y a Sandra le faltaban pocos centímetros para cerrar la puerta.
-No, espera. Se me ha olvidado algo….- Empuje la puerta y subí corriendo las escaleras, directo a la habitación de mi papá, abrí el armario y saque la cajita de recuerdos de mi padre. También tome una foto que mi papá tenía en su buro, una en donde aparecíamos él y yo. No les iba a dejar a aquellas “víboras” el tesoro más grande de mi papá. Guardé todo en mi mochila y nuevamente me coloque a lado de Sandra. Cuando escuche el seguro de la puerta cerrarse, me di cuenta que esa era la señal para ya nunca más regresar a este lugar.

2 comentarios:

shayna dijo...

olaa tokiitaa oyeep me gusto muxo
tu fic asikee si puedes cuando publikes el otro capii me avises por face si?
de todos modos akii te dejo mi face para kee me avises:
Shaaynaa Ciiceero Caabraal
dankee tokiita =)

Anónimo dijo...

subeeeeeeee
ya capissssss
xfa esta muy
buenooooo
quierooo saver como sigueee please
saludos desde paraguay
luji..