birthday de los kaulitz

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jueves, 8 de julio de 2010

Nunca te dejare caer. Cap 9


ANTES DE LEER: Por favor, coménten...y diganme si les gusta o no el Fan fic...porq nadie me pone nada ((Bno, solo una persona m puso una vez...)) Pero no sé si a los demás les gusta o no. Dejenem sus comentarios por favor, porque m estoy clabando mucho escribiendo esta historia...y tal vez no les gusta. Entonces..diganme por favor lo q creen antes de seguirle. Si les gusta, seguire subiendo el Fan fic. Si no, lo quitare. Muchas gracias. Disfruten este capitulo si les gusta la historia. Bye!! Atte: Pau.

(( Escuchar mientras leen ))





----- ((A la mañana siguiente)) -----
El olor a huevos cocidos me despertó, al principio fue de hambre pero luego me hicieron pensar “A mi papá le gustan los huevos. Debió de haber ya regresado a casa.” Salí corriendo de la habitación de mi papá, baje aquella larga dila de escaleras y al estar a uno cuantos pasos de la puerta de la cocina anhelaba ver a mi papá sentado en la mesa, hablando con Sandra sobre cómo le fue en Bremen, tomando un poco de café en su taza y comiendo su desayuno.
Al empujar la puerta mi emoción desapareció.
-Bueno días, Irenita.- dijo Sandra poniendo unos huevos del sartén al plato.-¿Quieres desayunar huevos?-
-¿Y mi papá?- Ella aparto la vista de mi y su alegra cara se esfumo.
-Aún no ha llegado. No debe de tardar.-
-El me prometió que llegaría temprano….- hice un puchero.
-Llegara, Irene. Solo debemos esperarlo. Está bien?..Hasta entonces debemos seguir como si hoy fuera un día común y corriente. Ven a sentarte a tomar tu desayuno.-
Un día común y corriente….común y corriente. Un día “común y corriente” para mí es tener un día a mi papá conmigo.


Durante todo el día no dejaba de pensar en mi papá. No hacía otra cosa que no fuera estar saliendo a la puerta para revisar que mi papá llegara. El teléfono no dejaba de sonar, personas buscando a mi padre, y Sandra dando el mismo mensaje siempre: “No se encuentra. Llegará más tarde. ¿Desea dejar un mensaje?”

Sin darme cuenta la mañana ya había pasado desde hace mucho. La hora de la comida ya había llegado. Nuevamente comí con Sandra, pero esa vez fue tan incomodo, no tuvimos ningún tema de conversación. Sabíamos perfectamente lo que cada una estaba pensando. En mi padre. Sandra pensaba en él por su propia seguridad, yo en ese entonces no sabía que las calles de Bremen eran peligrosas. Ni siquiera sabía si Bremen era un país, una ciudad, un pueblo...Nada….no sabía nada de Bremen. A la vez yo sabía que Sandra pensaba en ella. Mi padre, el único que le dio trabajo y que le paga dignamente. Yo me preguntaba que pasaría si mi papá…..No regresaba, ¿qué sería de ella? ¿Regresaría a Hanover? ¿La volvería a ver?
Y justo en ese momento fue cuando me di cuenta, fue como un gran golpe en la cara, ¿Cómo no lo había pensado antes?......¿Qué sería de mí? Sin mamá, con un padre que estaba quién sabe dónde en Bremen. Sandra no me podía llevar con ella, eso no sería ni educado ni correcto de mi parte. Jamás me tomé un momento para pensar en mí.
“Ayyy pero que ideas tan estúpidas te haces, Irene. Hablas como si tu papá no fuera a regresar. Él regresara, solo espera. Sácate esas ideas de tu mente, que no te hacen bien.” Tenía razón, no debía de pensar en eso. Mi papá regresaría, él me lo prometió.

Al caer el anochecer Sandra intento varias veces jugar conmigo, me insistía en jugar a ser modelo, me traía mis vestidos favoritos, mis zapatos, joyas que luego ella traía en su bolsa, algunas veces me recogió el cabello, pero yo simplemente parecía un zombi. No tenía humor para hacer nada. “NADA”.
Sandra se dio cuenta y se rindió, así que yo fui a dar un baño, a quitarme el maquillaje que me había puesto, que por cierto había quedado mal tras no haber cooperado.
Me bañe con agua caliente, me gustaba mucho. No me importaba si a veces hacía mucho calor, yo me bañaba con agua caliente. Al salir me puse mi pequeño camisón y cepille mi cabello aún húmedo. Decidí dormir en la cama de mi papá otra vez, pero antes tomé la foto de mi mamá y me metí entre las sabanas admirando su belleza. Ella era como el ángel que cuidaría de mis sueños.
-Cuida mucho a mi papito por favor mami.- le dije a la foto y nuevamente me deje llevar por los brazos de Morfeo.

----- (( Mañana siguiente )) -----
Baje lentamente las escaleras mientras me frotaba los ojos con el dorso de la mano mientras dejaba salir grandes bostezos. Empuje la puerta en la cocina y nuevamente no encontré a mi papá ahí, pero no solo eso, tampoco encontré a Sandra. Escuche unas voces provenir de la sala y me dirigí a paso lento afrentándome a ese lugar. Las voces provenían del televisor y Sandra estaba de pie frente a ella, con una mano sostenía el control en el aire mientras que con su otro brazo libre abrazaba su cintura. Tenía la televisión encendida en las noticias.
-Buenos días Sandra.- Pero ella no me contesto, pude notar que su respiración se agitaba cada vez más- Buenos días…- Esperaba tener una respuesta, pero No. Me subí al sillón en dónde tuve la altura suficiente para tomar el brazo de Sandra. Lo sacudí para que me hiciera caso, pero lo que ella hizo fue sentarse rápidamente e el sillón, cubrir su rostro con ambas manos y empezar a soltar grandes sollozos.
-Sandra ¿Qué pasa?- Nuevamente no me contesto, solo hizo un movimiento rápido para acercarme a ella y abrazarme rápidamente, yo le conteste de igual manera pero no entendía porque lloraba.
Cuando por fin se alejo un poco de mí me miro con unos ojos rojos, maquillaje corrido y con unas ganas incontrolables de llorar. Con una mano me quito un mechón de la cara.
-Dime que tienes. Me estás empezando a asustar.-
-Ayyy mi pequeña picolina….- Me acaricio un mejilla lentamente.- Así te decía tu papi, verdad?- Yo asentí con mi cabeza.- Tu papi…tu papi… tu papi….- En ese momento ya empezaba a captar del porque lloraba, puse mi mirada en el televisor.


“…..Hoy en la madrugada fue encontrado su carro totalmente abandonado en un callejón. Los cristales presentaban agujeros de balas y en la alfombra del auto se encontraron también algunas gotas de sangre. Las muestras ya fueron enviadas para ser estudiadas y dar a conocer si era sangre del señor Peter Staggs o no. Había desaparecido dos días atrás. En estos momentos no se sabe si se encuentra bien o si está herido, pero la policía de Bremen está haciendo lo imposible por encontrarlo…..”

Cuando escuche el nombre de mi padre sentí un frío recorrer mi espalda, mi corazón pararse. Pude sentir que mis manos y mi cara se ponían frías pero unas tibias lágrimas iban dejando un camino húmedo en mis mejillas para luego morir en mis labios.

-No….No, por favor No.- salté por detrás del sillón directo a la entrada.- Debe de ser mentira. Mi papá ahorita debe estar en el garage sacando sus maletas. No es verdad, No es verdad, No es verdad…..- Escuché a Sandra gritar mi nombre pero el fuerte latido de mi corazón chocar contra mi pecho hacían de su voz algo inaudible.
Abrí la puerta de un golpe y volteé rápidamente a dónde mi papá estacionaba el auto. No había nada….nada, sólo aquellas marcas de llantas en el asfalto.
Me dirigí a ese lugar repitiéndome dentro de mi cabeza la palabra “NO”. Me deje caer sobre mis rodillas y con una mano toque aquellas marcas de neumáticos. -¿Porqué te fuiste, papi?....- Empecé a hipar por el llanto. Lentamente me fui acostando en unos de mis costados, no me importaba si estaba en la calle, si estaba en pijamas, si los vecinos me veían,…No me importo el mundo en esos momentos.

Pude sentir una gentil mano acariciando mi hombro mientras decía mi nombre. Era Sandra. La mire y ella al igual que yo lloraba con desesperación. Me decía que me levantara, que debía entrar a la casa, pero yo estaba en un total Shock “He perdido a mi padre de la noche a la mañana”. Puse mi cuerpo bocabajo y solté un gran grito. – Papá!!!!!!!....papá!!!!!...vuelve!!!!!...No me dejes. Te lo ruego!!!!!!!!.....Regresa!!!...Papá!!!!!..PAPITO!!!!!!- Sandra, al ver que no haría caso a sus ordenes, me cargo cual muñeca de trapo y yo no dejaba de gritar ni llorar contra su pecho.
Al entrar a la casa me bajo delicadamente y ella intento tomar mi mano, pero no quería ver a nadie, nadie más que no fuera a mi padre, a mi amigo. Fui directamente a mi cuarto y azoté la puerta con un gran golpe. Me lancé sobre mi cama bocabajo, ahogando mis gritos en las almohadas. Abrasé mis sabanas, des tendiendo por completo la cama.
Conociendo a Sandra de seguro subiría a mi habitación a sacarme, entonces me levante y puse el seguro de mi puerta. Efectivamente, en cuanto lo puse Sandra dio unos golpes en la puerta diciendo “Déjame entrar, por favor Irene” Yo solo me deje resbalar por la puerta tirándome al piso. –Mi papi…..- Empecé a recordar el último beso que me dio hace unos días, el último “Te quiero” que me dijo, la última vez que tomo mi mano, el simple hecho de pensar que no volvería a tener eso me partió el corazón. Con mi puño cerrado di un gran golpe en el suelo y me levante rápidamente. Di miles de vueltas por mi habitación cual animal encerrado, jalando mis cabellos, gritando todas las groserías que me sabia. - ¿Porqué…porqué dios? Lo único que tenía y ahora también me lo quitas. Me has dejado sola….¿qué no lo ves?...¿A caso me odias?...¿A caso te he hecho algo tan grave como para que me dejes huérfana?.....- “Huérfana…Huérfana….Huérfana” Aquella palabra resonó en las paredes de mi habitación y de mi cabeza. – Soy…..soy….soy…..- me cubrí la boca con ambas manos, sintiendo como la sangra abandonaba mi rostro.- Soy…una….niña…huérfana. Nooooooooo!!!!!!!!!- Me senté en el piso apoyando mi espalda en la base de mi gran cama, abrazando mis piernas y hundiendo mi rostro entre mis rodillas dejándome llevar por la soledad y dolor total.

*****
Varias veces escuché a Sandra tocando mi puerta, yo ya había parado de llorar, los ojos me pesaban como nunca, sentí que en mi garganta jamás hubiera existido una voz, que mis labios fueron cocidos, que mi mente fue robada.

Me empezó a dar mucho sueño, sentía que mis parpados pesaban una tonelada. Intente luchar contra el cansancio, no quería dormir. Al final no pude, un rayo de luz que entraba por la ventana fue calentando mi frio cuerpo tirado en el piso, y gracias a eso perdí la batalla contra el sueño.
Al despertar no recordé si había soñado algo o no. Yo aseguraba que solo había dormido unos minutos, al ver el reloj me di cuenta que ya eran las 6:30pm. Mire a la ventana, el rayo de sol que me había arrullado había desaparecido y fue remplazado por un atardecer que debía de ser inmortalizado en pintura. Me mire en mi pequeño tocador, mis ojos estaban más hinchados que nunca, tenía unas ojeras de película de terror. Sentía mi boca pastosa.
-Necesito agua.- dije con una voz tan ronca que ni yo me reconocí. Quite el seguro y baje como un zombi hasta la cocina.
Al abrir la puerta encontré a Sandra sentada y con un cigarrillo en la mano, al igual que yo, tenía unos ojos rojos. La mire por un segundo pero no le dirigí ni una palabra, ella al darse cuenta de mi presencia dejo salir el ultimo humo de cigarrillo por su nariz y lo apago.
-Oh, Irene. No te escuché. ¿Quieres cenar?-
-No sabía que fumaras.-
-Solo lo hago cuando estoy…triste.- No le conteste y camine hacia el grifo de agua, me quedaba muy alto, entonces me tenía que parar en mis puntillas.
-Déjame te ayudo, Irene…- Sandra intento acercarse a mí.
-Yo puedo…- dije muy seria estirándome cada vez más. Me faltaba muy poco para alcanzar la llave del agua.
-No, en serio Irene. No puedes. Te cargare.- Sentí como ponía sus manos a mis costados, pero no le permití que me levantara.
-Suéltame. Yo puedo!!- Le grite, creo que nunca antes le había gritado así. Ella se alejo un poco de mí.
-Irene….sólo te quiero ayudar.-
-No. Desde ahora tengo que hacer las cosas yo sola. Estoy sola…soy huérfana. Pero el que sea huérfana no quiere decir que me traten como una enferma que no se puede mover ni valer por sí sola. Yo puedo hacer las cosas sola. Lo demostrare de ahora en adelante.- Me miro con una cara de asombro y dolor. No quería gritarle, no quería decirle eso, ella al igual que yo estaba dolida como yo. –Sandra……no, perdón. Yo no…..quería….- No encontraba las palabras. Nuevamente las lágrimas hicieron su presencia en mis ojos, ella se arrodillo ante mí y me abrazo.
-Perdona….es que….el simple hecho de saber que estoy sola me cala en el alma.- La abrasé.
-No estás sola. Encontraré la manera de que no estés sola, está bien? Te prometo que no te sentirás de esa manera.-
-¿Cómo lo harás?-
-Yo veré cómo. No te preocupes. ¿Confías en mí?-
-Sí….- No tenía ni la más mínima idea de cómo haría Sandra para ayudarme, pero ella me decía que debía de confiar en ella y eso haría.




******* ((Algunos días después))*****
No sabía cuánto había ya pasado me la pasaba llorando y durmiendo, no tenia energía para hacer nada, ni siquiera para comer. Sandra una vez me llamo la atención porque no había bajado a comer en dos días, yo ni me había percatado de eso, solo bajaba “algunas” veces a tomar agua y regresaba a sumirme en mis almohadas.
Sandra me dijo que el cuerpo de mi papá ya había sido encontrado. Los familiares de mi padre decidieron hacer el funeral al día siguiente. Mi padre fue herido de bala en el pecho. No quería hacerlo, pero me imagine a mi padre muriendo lentamente por esos impactos de bala como en las películas de acción que veía, eso me dio miedo, mucho miedo.

-Irene, ya casi nos vamos al funeral. ¿Ya te vestiste?- Sandra se asomo por mi puerta verificando que ya estuviera lista.-Pero ni te has peinado. Ven aquí- Yo estaba sentada en la orilla de la cama viendo directamente a mis zapatos de charol. Me había puesto un vestido blanco con pequeñas flores negras en el encaje, unos calcetines que también terminaban en encaje, una cadena pequeña de oro y mis zapatitos de charol muy limpios.
Sandra se sentó junto a mí y con el cepillo empezó a peinarlo.
-Me lo quiero cortar…- dije en voz baja
-¿Qué cosa?-
-Mi cabello….-
-Pero, si a ti te encanta tu cabello largo.-
-Ya no lo quiero tan largo. Quiero un cambio.-
-Luego hablamos de eso, Irene. Por ahora, se nos hace tarde.- Con un listón negro me peino de media coleta.-Mírate, pareces una muñequita de porcelana.- Le conteste dibujando una media sonrisa en mis labios.
Unos empleados de mi papá fueron a recogernos en un carro negro muy lujoso.

- - - -
La misa fue muy larga y aburrida la voz del padre me dormía pero al ver a la gente, a la familia reunida llorando ahí me recordaba que era por mi padre, por la “partida” de mi padre, y eso me ponía triste nuevamente a mí.
Mire a cada uno de los presentes, intente hacerme una idea de quienes eran sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, pero nadie se me hizo conocido, solo Helena que fue directamente a Sandra a mí para darnos su más sentido pésame.

Cuando el padre termino con sus oraciones y se marchó llego la hora de que cada uno fuera darle el último adiós a mi papá. Sandra y yo fuimos las primeras, en ese momento sí necesite que Sandra me cargara para poder ver el rostro de mi padre. Estire una mano tocando el cristal que nos separaba – Te amo papito, no lo olvides. No te olvides de mí, porque yo nunca lo hare contigo.- Nuevas lágrimas brotaron de mis ojos. Me incline para besar el cristal- Dile por favor a mi mami que a ella también la amo como a ti. Por favor…..-el despedirme me resultaba de lo más difícil, era como si me quemara el corazón.- Siempre mejores amigos papi. Ich Liebe dich.- Sandra me bajo y le toco el turno a ella para despedirse.

-Muchas gracias señor por toda la ayuda que me brindo en mis momentos más difíciles. Usted se merece un lugar muy especial en el cielo. Le prometo que cuidare de Irene lo mejor posible. Descanse señor.- Sandra también dejo un beso en el cristal. Ella se dirigió a sentarse nuevamente a su lugar, sin embargo yo me senté en el suelo junto el féretro de mi padre, llorando nuevamente y escuchando como cada quien se iba despidiendo. Pero hubo unas personas que me llamo la atención del cómo se despidieron.
-Adiós hermanito. Nos vemos.- Una señora blanca, con una cara cómo de perro, cabellos pintados de rojo fuego y con el ceño fruncido más horrible del mundo. La mire muy confundida, ¿porqué se habrá despedido así de mi padre? ¿Y más cuando dijo que era su “Hermano”? ¿Qué acaso esa señora no tenía corazón?
Después de ella también llego otra señora con la misma cara, el mismo ceño fruncido, solo que esta vez era con cabellos castaños, y con la misma manera fría de despedirse. Mire directamente a sus ojos. Ni una lágrima había brotado de esos ojos. ¿Qué supuestamente esas eran mis tías?

-Irene, llego la hora de que sepulten a tu papá.- me dijo Sandra que me levantaba del suelo.
-¿Qué?... ¿Ya?...¿Tan rápido?...No…..No, aún no.- Pude ver que dos señores se llevaban el féretro de mi padre.-No, papi…- Quise correr a detener a esos sujetos, pero, no lo hice….sabía que no era correcto, que mi papá de seguro lo encontraría inadecuado, y yo sabía que debía de dejar descansar el alma y cuerpo en paz de mi padre. Me quede junto con Sandra llorando y mientras aquellos hombres desaparecían, todos los presentes aplaudían y decían que jamás seria olvidado. Eso hizo salir mis últimas lágrimas de dolor “Jamás, papito….te lo prometo.”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

porfa amiga no kites tu fan fig si es que asi se yama mira talves no me conoscas pero solo se que eres mut buena en esto saves cuantos he leido de estos muxos pero este se yeva el premio mayor jeje enserio pero creme no lo kietes



kiero ser tu amiga jeje y creme yo tambien soy una super fan de tokio hotel al higual q tu

Anónimo dijo...

Plis sigue escribiendo por que me gusta mucho y me qde clavada

Anónimo dijo...

Hola. Primero q nada dejam decirt q escribes increíble,no es mi primer comentario puesto q me a atrapado esta historia,me has sacado unas lágrimas ya q x experiencia propia se lo difícil q es perder a un ser amado,simplement a tocado mi corazón,desd el principio de la fic. No dejes de escribir,lo haces muy bn,tienes una gran creatividad. Felicidades!! T lo digo d todo corazón. Eres única amiga :)