birthday de los kaulitz

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viernes, 27 de agosto de 2010

Nunca te dejare caer. CAP 13





Esa noche subí a mi habitación y me puse a pensar lo grandioso que se sintió el haber salido por un rato, el haber conocido mi propio hogar, el hacer amigos estos últimos meses. Claro, era muy peligroso cómo habían dicho los demás, eso no lo negaba, pero aún no podía dejar de pensar la adrenalina que sentía correr por mis venas, el viento chocando en mi rostro, escuchar sonidos diferentes para mí, los nuevos olores y sabores de comidas y todo eso en mi pequeña casas, Hamburgo.
Quería volver a hacerlo, y lo haría, no habría nada que me lo impidiera. Saldría cada vez que yo quisiera, no iba a esperar a tener una edad mayor para salir, Ya no había nadie que me cuidara, no tenia por qué preocuparme.

FIN DEL FLASH BACK.(Irene)

****

-Al paso de los años hice mis propias reglas, mi propia forma de vida, mis “amistades”. He cumplido ahora los 16 años y aún sigo aquí en éste pequeño orfanato, eso al principio había sido mi culpa ya que con mis constantes “paseos” perdí varias entrevistas con personas que querían adoptarme. Anke y Sonja se enojaban con eso al principio, luego no les importo, sabían que no podrían cambiarme del todo, que era una traviesa, solo me pedían que me cuidara mucho.
A los 12 años llego Marinne al orfanato, su madre decidió dejarla frente a la puerta del edificio, la engaño diciéndole que aquí vivía una tía suya y que venían a visitarla, luego su madre huyo y nunca más regreso. Se cree que era prófuga de la policía por consumir droga. Al principio me sentí mal por Marinne e intente ser su amiga, pero los celos que siente hacia otras personas es horriblemente grande. Criticaba mucho a todos o incluso se llegaba a burlar de varios niños del orfanato por sus historias del pasado, lo cual a mi me parecía de los más inhumano,…¿Burlarse de un niño desafortunado?....Claro que me fui alejando de ella, no quería a personas cómo ella junto a mí, ni cómo compañera de cuarto, siempre pedía que Alice fuera mi compañera, ella se fue volviendo cómo mi hermana.

En la escuela ya no me importaba hacer amigos, algunos eran amables conmigo pero aún no eran mis amigos. Pude haber contado mi historia en la escuela, pero sentía cómo si eso fuera una forma de llamar la atención y no quería que nadie sintiera lastima por mí. Entonces muy pocas personas saben mi “vida”.

A pesar de que ya han pasado varios años, sigo esperando a Sandra. Ella me había prometido regresar, no he recibido una carta, una visita o alguna noticia de ella,…NADA. Pero no pierdo las esperanzas de reencontrármela. Y yo misma se lo había dicho…”Si ella no iba a visitarme, yo iría a Hanover a buscarla.”


Jamás pensé en conocer a Billy a Tom, son tan diferentes. Al escuchar a la maestra anunciar unos nuevos compañeros ni siquiera me importó, lo único que pude pensar fue en “Pfff, más personas que me podrán insultar…” Pero al levantar la mirada y al fijarme que eran diferentes pero a la vez iguales, sentí una gran curiosidad de conocerlos; al igual que a mí, los demás chicos se burlaron de ellos, eso no lo permití y los defendí.
A veces me pregunto si podre confiar en ellos cómo me lo piden que lo haga, qué no les debo de tener miedo, qué son mis amigos. Sé que puedo confiar con ellos, pero no confía en mí,…no confió en qué un día no les podría hacer daño, qué hare algo que los hará enojar y no querrán volver a verme.
Soy una chica tan destruida y fea, no puedo creer en lo que me he convertido. Siempre disfrazando éste dolor, ¿será correcto?, ¿será correcto demostrar siempre el lado feliz y despreocupado que tengo? O debería empezar a cambiar? Tal vez si cambio mi forma de vestir, de caminar, maquillarme, tal vez la idea que todos tienen de mí cambie y dejen de molestarme. Lo que hoy en día quieren los muchachos son chicas lindas, no? Yo podría serlo. Cortar mi cabello. Creo que realmente puedo cambiar. Quiero hacerlo. Quiero que ésta Irene se vaya y nazca una nueva. Eso quiero…- Irene se levanto de la cama y se miro en el espejo. – “Mírate por última vez Irene, porque no volverás a ser la misma de siempre”.-

((Unos momentos antes en el jardín del orfanato…))

Los gemelos habían ido al orfanato después de varias horas. Fueron a verificar que su amiga llegara a salvo, que no estuviera triste. Pensaron que podrían encontrarla en el parque que fueron antes, pero no estaba ahí. Supusieron que estaría en el orfanato.
Cuando ya se estaban acercando a las grandes rejas del orfanato pusieron notar que Alice recién llegaba de la escuela.
-Hey Alice!!!...- gritó Bill.
-Oh, pero si son los gemelos. ¿Cómo les va chicos?-
-Pues a nosotros bien. ¿Cómo está Irene?...- Pregunto Tom.
-Uhmmm..pues, no lo sé. No la he visto desde la mañana, yo acabo de llegar de la escuela.-
-Entonces, no estás enterada de lo qué paso?- dijo Bill. Alice frunció el seño mientras lo miraba fijamente.
-¿Qué….qué paso? Todo está bien, verdad?- decía Alice, pero las miradas de los gemelos la preocuparon. Alice dirigió una rápida mirada a la ventana de su habitación.
-¿Dónde está Irene?...- dijo Alice abriendo rápidamente las rejas.
-No lo sabemos, es por eso que hemos venido. Creímos que la podríamos encontrar en el parque, no estaba. Por eso vinimos.- Los 3 comenzaron a correr el gran camino de cemento. Alice abrió empujando ambas grandes puertas de madera del edificio, aventó su mochila al piso y comenzó a correr por el pasillo hasta subir las escaleras. En momentos cómo ese odiaba que su habitación quedara en los últimos pisos. Alice comenzó a asustarse, sabía perfectamente de lo que su amiga era capaza de hacer si malas ideas le entraban en la cabeza. “No, no piensas en eso Alice. Ella no….ella no puede hacer eso. No lo hará.” Se decía ella misma intentado calmarse. Podía escuchar que los gemelos le decían algo detrás de ella, pero Alice solo podía escuchar el latido de su corazón.
Al llegar a su piso ya sentían los pulmones arder, solo debían pasar por el frente de lagunas puertas y pronto estarían cerca, pero el camino les parecía eterno.
Cuando por fin Alice pudo tocar su puerta de madera, intento con todas sus fuerzas de abrirla.

-Mierda!...- grito Alice. Los gemelos llegaron junto con ella.
-¿Qué sucede?...- pregunto Bill.
-Le colocó el seguro. No la puedo abrir…- Desesperadamente Alice comenzó a agitar la perilla de la puerta.- Maldita puerta, abre…- Comenzó a sentir sudor escurrir de su frente.- Que abras!!!!.- dio un fuerte golpe en la puerta.- Irene, sé que estas ahí. Abre…- dijo Alice. Los 3 se quedaron callados para ver si podían escuchar la voz de su amiga. El corazón se les heló al notar el horrible silencio.

-Irene!!! Soy Alice, abre.- Silencio.
-Irene, somos Bill y Tom, hemos venido a verte. Abre por favor.- Silencio.
-Ya me harte, iré por Sonja…- dijo Alice mientras comenzaba a correr nuevamente por el pasillo, antes de poder llegar a la escaleras, la puerta del baño se abrió y de ella salió Irene. Alice no pudo detenerse y chocaron.

-“Auch!!”- Corearon ambas en el piso.
-¿Irene?...-
-¿Alice?...- Ambas amigas se miraron. A los pocos segundos Tom y Bill llegaron.
-Tom…Bill, ¿Qué hacen aquí?- Ambas amigas se levantaron del suelo.
-Vinimos a verte.- dijo Bill.
-Irene, me podrías explicar porqué la puerta tiene seguro?-
-Yo se lo puse, quería algo de privacidad, no quería que nadie entrara, se me olvido retirárselo al salir al baño.- Irene bajaba la cabeza, no quería que le vieran la cara, haciendo que su cabello callera tapándole el rostro. Pero Alice puso una mano bajo su barbilla obligándola a hacerla mirar. Tom, Bill y Alice quedaron impresionados al ver los ojos rojos de Irene, con sus parpados inflamados, con un gran camino de color negro cayendo por sus mejillas.
-¿Qué…te sucedió?- pregunto Alice.
-Nada. Estoy bien.- dijo Irene apartando su mano de su barbilla. Mientras que Irene abría la boca un fuerte tufo le llego a Alice.
-Oh Dios mio, Irene…la boca…te apesta.- Se llevo una mano por debajo del tabique de la nariz. -¿Qué demonios hiciste que te apesta tanto?-
-Nada.- decía Irene mirando al suelo.
-Espera Irene, no te muevas, tienes algo en la…comisura del labio.- dijo Tom que le quitaba lo que parecía ser un pedazo de comida. Irene le miro asustada. Alice se pudo dar una ligera idea de lo que estaba haciendo, así que miro dentro del baño y pudo notar que el excusado fue evacuado no hace poco. Alice la miro con la boca abierta y con unos ojos retadores. Irene se ruborizo un poco.

-Uhmm…gemelos, lo siento, pero creo que deben…irse. Ya han visto que ella está bien. Mañana ira a la escuela y podrán hablar con ella. Pero por ahora me toca a mi.- Alice cruzo sus brazos en su pecho. Los gemelos no dijeron nada y solo se retiraron con un casi silencioso “Nos vemos mañana, Irene…” mientras que ella no contestaba, solo podía seguir con la mirada en el suelo.

-Irene, no sé por dónde comenzar,…tal vez el porqué corrí cómo loca preocupada por ti y darme cuenta que la puerta está cerrada mientras que tu estas en la baño haciendo quién sabe qué tanta cosa. Aunque….creo poder hacerme ya una idea.- Alice levanto una ceja. – Los gemelos me dijeron que había pasado algo en la escuela ¿Quieres hablar de eso?...- Alice puso un brazo por detrás de los brazos de la morena.
-No es verdad, ellos solo exageran…-
-¿Exageran? Te estoy viendo salir de un baño con ojos inyectados de rojo y tú me dices que están exagerando?- Hubo silencio por un largo rato.
-Irene…-
-Estoy bien Alice, no te preocupes. No sucede nada. Solo…quiero dormir. Nos vemos mañana.- Irene se retiro y regreso a su cuarto. Alice la miraba desde lejos, algo tenia Irene en la cabeza y no le empezaba a gustar del todo.


-----((Mañana siguiente))-----

Irene se levanto lo más rápido posible, tomo las ropas y el maquillaje que había preparado una noche anterior mientras todos dormían, se los llevo al baño lista para arreglarse para ir a la escuela. Solo que esta vez no eran sus cosas habituales. Tomo un poco de ropa y maquillaje de Alice, aunque ambas tenían los mismo gustos rockeros Alice siempre había sido un poco más arreglada que ella, varios chicos detrás de ella, tan linda, tan sexy para apenas sus 15 años. Pensó que no le molestaría a Alice que tomara un poco de sus cosas para irse a la escuela.
Se baño y comenzó a ponerse la ropa de su amiga, una falda negra hasta las rodillas, una blusa ajustada de tirantes en color blanco, unas mayas en rejillas, un guante negro en la mano derecha que mostraba los dedos.
Se peino el cabello, mas no lo seco. Se miro por un largo rato en el espejo. Abrio el pequeño cajón del lavabo para ahí poder encontrar unas tijeras. Dejo salir un gran suspiro.

-No puedo creer que lo hare..- Tomo un largo mechón entre dos de sus dedos y lo coloco frente a su rostro. Fue acercando las tijeras, cerró los ojos para no mirar lo que estaba a punto a hacer y sin pensarlo dos veces, cerró las tijeras. Los cabellos que recién se habían cortado cayeron para al final descansar en la punta de sus pies. Se miro al espejo, se acababa de hacer un flequillo mucho más corto. Sentía raro el tener el fleco más corto a la altura de las cejas, pero también sentía que era una forma de cambiar, de ya no volver a ser la misma Irene, así que prosiguió en cortarse el cabello. Tomo su cabello largo y lo amarro con una liga a la altura que ella deseaba, hasta los hombros. Nuevamente coloco las tijeras en su lugar y volvió a cerrar sus ojos, solo pudo escuchar las tijeras cortar todos sus cabellos. Abrió los ojos uno por uno y soltó los mechones de cabello que en su mano quedaban. Se había cortado todo su largo del cabello. Ahora era corto hasta los hombros, con flequillo corto. No sabía qué tan bien o qué tan mal se veía. Pero esperaba que no se viera tan mal.
Tomo el maquillaje de su amiga y se los pinto cual ojos de mapache. Sombra, delineador y rímel negro. Se aliso el cabello y se puso unos converse negros.

Miro el reloj de su celular, 6:38 am.
-Demonios ya es tarde!!!- No le importo ni siquiera recoger todo, salió del baño, tomo su mochila de su habitación intentando no despertar a Alice, bajo corriendo a toda velocidad.
-No me dará tiempo, no llegare….- Pero se detuvo antes de entrar al comedor.- No llegare, si me quedo a desayunar. ¿Quién necesita desayunar? Así podre correr más rápido a mi escuela.- Se dios media vuelta y salido corriendo de ahí rumbo a su escuela. Iba lo más rápido posible, solo miraba su reloj y creía que no llegaría. Podía sentir cómo el viento le levantaba unos cuantos holanes de la falda, agradeció el haberse puesto un pequeño short negro de bajo.

Cuando por fin a los lejos pudo ver su escuela bajo su velocidad, intentando arreglar su cabello y su falda, revisando que no tuviera ninguna gota de sudor en la cara.
Se fue acercando cada vez más a la puerta. Al principio todos los que estaban ahí pensaban que era alguien nueva, pero cuando se fijaron bien no podían creer que era la Irene que conocían. Susurros, comentarios, se escuchaba de todo. Parecía ser un sueño. Ninguno imagino un día poder ver las piernas de Irene, era más blanca que la nieve.

En la entrada se encontraban Tom y Bill que la miraban con ojos y bocas abiertas.
-Hallo chicos!!!.- grito Irene al verlos, pero ellos no podían contestar.
-¿Qué les parece?- Irene dio una vuelta para que pudieran verla mejor. A Tom casi se le cae la baba y a Bill los ojos estaban que se le salían de sus orbitas.
-¿Les gusta? No van a decir nada?-
-“Wao”.- Corearon ambos.
-¿Pero…qué sucedió?- dijo Bill.
-Estas viendo a una nueva Irene. Ya no existirá más la que conocieron.-
-Genial!!!- grito Tom.
-No lo sé, Irene. Te ves linda,…Muy linda…- Bill la miro de pies a cabeza.-…pero, espero que tu actitud no cambie cómo las demás.-
-Claro que no Bill, sigo siendo la misma de siempre por dentro, pero por fuera ya no me verán igual.-
-Eso me gustaría mucho.- Tom movió el piercieng de su labio mientras la veía. El timbre sonó anunciando el inicio de clases.
-Entremos!!.- dijo Irene.
-Damas primero.- dijo Tom haciéndose a un lado para poder dejar pasar a Irene, pero la verdad es que él quería ir atrás para poder verle las piernas.
-Pzzz…Bill…-susurro Tom a su gemelo y éste acerco su oído a su gemelo.
-Si?...-
-No creí que tuviera tanto, eh?...- Bill le dio un tremendo golpe en el hombro.
-Auch!! Por qué fue eso?-
-Sigue siendo nuestra amiga, lo recuerdas?- Pero ni siquiera Bill lo podía negar, realmente Irene estaba más que bonita. Jamás pensó que toda esa belleza se ocultara bajo las ropas que solía vestir. Sin darse cuenta él ya también estaba mirando las piernas de Irene. Tom le dio un golpe en el hombro.
-…”No olvides que es tu amiga”…- dijo Tom y Bill solo le saco la lengua.

****
Durante la clase nadie dejaba de susurrar el gran cabio de Irene, su cabello, su maquillaje, su forma de ir vestida, nada era lo mismo en ella, ¿Qué le había pasado?

A mitad de las clases, Cecelia que se sentaba frente de Irene le susurro algo a Irene en el oído.
“Cierra las piernas.” Eso fue todo.
-…”Oops, por un momento olvidaba que traía falda. Creo que será mejor irme acostumbrando a cerrar las piernas con falda”.- No era mucha su costumbre el vestir faldas o vestidos y mucho menos si eran mini-faldas.
En eso una notita cayo de los cielos directo a su banca, miro a todos lados buscando al posible mensajero. Era Bill. Irene abrió el papelito.

Bill: Te encuentras bien?
Irene: Porqué la pregunta?
Bill: Por lo de ayer.
Irene: Ayer ya paso, me librare de mi pasado, solo es eso.
Bill: Por eso es el cabio de look?
Irene: Qué? Una ya no puede venir arreglada un día sólo porqué todos empiezan a hablar.
Bill: No, No,…es solo que…no era muy común verte así vestida.
Irene: Es por eso que quiero cambiar Bill, varios años me veía igual, ésta vez será diferente.
Bill: Prométeme que no cambiaras.
Irene: Porqué te preocupa tanto que cambie?
Bill: porque yo te quiero así como eres.
Irene: Tal vez tu, pero no los demás.
Bill: Y crees que al cambiar tu físico lo harán?
Irene: Pues, si miras a tu alrededor por ahora va funcionando….

Bill levanto la vista y efectivamente, nadie dejaba de verla o de comentar sobre ella. Le volteo a ver a Irene y ella solo levanto las cejas de una forma divertida.
Irene envió otra notita a Bill

Irene: Descuida Bill, hare lo posible por no cambiar.
Bill: Eso espero.

Ambos se sonrieron tiernamente, entonces otro pequeño papel cayó en la banca de Irene, era de Tom.

Tom: ¿Qué tanto se andan secreteando que no me cuentan?
Irene: Nada que te importe, metiche.
Tom: A veces eres muy agresiva conmigo, sabes?
Irene: Y tu conmigo no?
Tom: No, yo soy un amor, un casi ángel.
Irene: Ni tú te la crees.
Tom: Se vale soñar, guapa.
Irene: ¿Disculpa?....
Tom: Pues nada, que hoy te ves bien guapa.
Irene: Tom….
Tom: sí, dime…
Irene: Límpiate el hilo de baba que se te está escurriendo de la boca. Estas inundando el salón.

Tom se limpio la boca con el ante brazo verificando que no fuera verdad, al ver que era mentira le dedico una seña con el dedo medio a su amiga, Irene no se quedó atrás e hizo lo mismo.

Al momento del descanso Irene se paseaba por los pasillos de la cafetería como toda una reina, los gemelos caminando detrás de ella ya que todas las miradas se posaban en la chica.
Christian al pasar al lado de la chica comenzó a recorrer sus piernas con la mirada.

-oye, se te perdió algo?- dijo Tom haciéndolo voltear.
-Uhm…N-No….- Christian siguió su camino. A los gemelos les agradaba la idea del cambio de look de su amiga, pero no les parecía el todo cómodo que gran parte de los chicos se le quedaran viendo de una forma desagradable.

-Uhmmm Irene, vamos al jardín.- Dijo Bill.
-Claro…- Los tres amigos salieron del edificio y se fueron a sentar al pie de un árbol.
-Yo mejor me quedo de pie chicos, gracias.- dijo Irene que no se podía sentar. Comenzaron a charlar, a Irene le comenzaban a doler las piernas de tanto estar parada, solo se podía recargar en el árbol, pero nada de sentarse o subirse a una rama y columpiarse.
-…”Que complicado es verse bien. Pero, creo que vale la pena.”…..- pensó Irene.

****
Al acabar las clases Irene decidió irse caminando al orfanato. En el camino se topó con una tienda de regalos y se detuvo para entrar. Miro en su interior, miles de cosas relacionadas a fechas importantes se podían ver haciendo el lugar muy llamativo y colorido. “Feliz cumpleaños”, “Te amo”, “Es niña…”,” Amigos pro siempre”, etc…todo era muy colorido. Tomó a un “Teddy” en sus manos.
-…Se acerca el cumpleaños de los gemelos, luego el de Gustav y al final el de Alice….- Abrazo el pequeño peluche. -…No tengo nada de dinero para comprarles algo.- Dejo salir un suspiro.
-Hola, Buenas tardes. ¿Te puedo ayudar en algo?....- La encargada de la tienda hizo que Alice diera aun pequeño brinco del susto.
-Oh, no. Gracias. Solo….estoy viendo todo lo que tienen. Es muy lindo todo.- La encargada pudo notar cómo abrazaba el pequeño animal de felpa.
-¿Un regalo para tu novio?...-
-¿Qué?...NO!! Será el cumpleaños de unos amigos.-
-Oh, tenemos promoción,…si te llevas ése “Teddy” te podrás llevar algo más del mismo precio gratis.-
-En serio?...- Miro el Teddy por un segundo. Pensó que sería un lindo detalle para Alice así que lo dejo apartado junto con una lámpara de lava en miniatura. Salió corriendo de la tienda para regresar a su hogar, cuando recordó que a Alice no le gustaban los peluches, y que ya tenía una lámpara de lava. Se dio un golpe en la frente.
-Qué estúpida soy. Ash…. bueno, que se le hará? Creo que se lo podre dar a Bill y la lámpara a Tom. Tendré que buscar más cosas para los regalos de Alice y Gustav.-

Al llegar al orfanato abrió la puerta con mucho cuidado. Intentando no hacer ruido, era la hora de dormir para los bebes. Al pasar por el comedor escucho la voz de Anke llamarla.
-Irene, la cocinera me ha dicho qué…..SANTO CIELO!!! ¿QUÉ TE HA SUCEDIDO?- Dijo Anke llevándose una mano al pecho.
-¿Te gusta?- dijo Irene mientras jugaba con la orilla de la falda.
-Tu…tu cabello, está corto.-
-Sí. Quería hacer un cambio de look, y cómo no tengo dinero para hacerlo, pues…decidí hacerlo yo. ¿Qué ibas a decirme?-
-Que…que la cocinera me dijo que en la mañana no esayunaste.-
-Oh, se me hizo muy tarde.-
-Esa no es excusa, el desayuno es el alimento que más necesitamos para iniciar el día.-
-Lo sé, lo sé…es por eso que hoy en la cafetería comí mucho…- Mentira.- Aun me siento muy satisfecha, no creo poder comer ahora.-
-¿Estás segura?- dijo Anke mirándola confusa.
-Sí…-
-Aunque a cocinera haya hecho tu platillo favorito?- Irene negó rápidamente con la cabeza.
-Siento que voy a explotar.- dijo Irene mientras hacia un gesto de dolor de estómago.
-Bueno, si tienes hambre más tarde las ollas estarán en la mesa de la cocina.-
-Gracias.- Irene comenzó a retirarse.
-Ah y ojala y puedas ayudar a Alice ahorita, está algo alterada….- decía Anke desde abajo.
-¿Alterada? ¿Porqué?...-
-No tengo idea, tal vez tú lo puedas descubrir.- Irene subió al piso de su habitación intentando pensar el porqué de la alteración de su amiga. Abrió lentamente la puerta y le encontró Arrodillada al pie de la cama revisando de bajo de ésta.
-¿Alice?...- dijo Irene desde la puerta.
-Ay Irene, ayúdame, no encuentro mi falda negra.- Decía Alice sin ponerle atención a su amiga.
-Ahm, yo sé dónde está…-dijo Irene.
-¿En serio?...DÓNDE!!!- Alice se levanto de un golpe y volteo a ver a Irene, después de largas horas de buscar por fin pudo encontrar su falda negra.
-Perdona, yo la tome en la maña. Es que…no tenía nada qué ponerme.- A Alice casi se le caía la saliva al ver a Irene con tremendo cambio de apariencia.
-Quieres te la devuelvo….- dijo Irene.
-No, No, No, No…quédate así. Te ves…hermosa.- Alice la recorrió con la mirada, jamás la había visto vestía así de linda. Se veía muy elegante pero sin perder el toque rockero que ella siempre tuvo.
-Estás segura?- dijo Irene
-Sí, no te la quites. Yo...puedo usar otra cosa. Un vestido.- Alice se dio la media vuelta y comenzó a buscar su vestido morado, los iba a combinar con sus botas negras y collares y pulseras de púas. Se recogió el cabello en una coleta y se pinto los ojos de mapache al igual que Irene.
-LISTO!!!- Dijo Alice mostrándole a Irene su “obra maestra”.
-Te ves hermosa…- Irene le sonrió.
-“NOS” vemos hermosas.- dijo Alice. Irene se sonrojo un poco.
-Y porqué ése cambio de look?- dijo Alice mientras le hacia un lado el flequillo de la frente.
-No sé….quiero…ser otra.-
-Creo que quieres decir que te quieres ver diferente pero sin cambiar tu actitud, verdad?-
-No. Quiero ser “Otra”.- Alice se le quedo viendo confundida.
-Ya lo descubrirás.- dijo Irene.
-Bueno, si tú lo dices. Me despido, tengo clases en media hora.-
-Ten un buen día.- dijo Irene mientras Alice salía corriendo de la habitación. Irene se dio un buen estirón y al igual que Alice, se amarro el cabello de una coleta, debía iniciar con sus tareas que le tocaban. Se quito los zapatos y bajo al cuarto de lavandería.
Paso por el frente de la habitación de Marinne.
-…Te ves ridícula.- dijo Marinne desde adentro de su habitación, estaba sentada en la orilla de su cama.
-Estás celosa.- dijo Irene mientras seguía su camino.
-CELOSA? DE TI? Imposible…- Pero los gritos fueron silenciados por qué Irene de una patada cerró la puerta de Marinne.
-Silencio….dulce Silencio.- dijo Irene más que feliz de haberlo hecho.
Toda la tarde se dedico a hacer sus tareas del “hogar” y sus tareas de la escuela, no importaba si se había cambiado de apariencia, sus responsabilidades seguían siendo las mismas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me facino el cap. Estuvo super divertido con. Esos comentarios de los chicos :D . Soli espero q el cambio d Irene no sea para mal.