birthday de los kaulitz

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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Nunca te dejare caer CAP 18


-AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!!!!!!- …… ((Fin del sueño))

-AAAAAHHHHH!- Muy agitada por su sueño, se levanto lo más rápido, haciendo que su frente pegara con la base de la cama de arriba.- Oh Mierda!!!!- se llevo una mano a la frente, esperando no tener sangre.

-Y luego me preguntas porque eres tan torpe.-
-Alice….- dijo Irene muy adolorida al ver a su amiga entrando a la habitación.-No es divertido.-
-Nunca dije que lo fuera,…pero si lo pensé.- Irene no contesto, siguió frotando sobre la frente adolorida.
-¿Estás llorando?....-
-No…- Mentira, algunas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.
-¿Te ofendí mucho?-
-No fue eso…-
-Entonces ¿Qué fue?...-
-Tuve un mal sueño,….eso es todo.-
-¿Quieres…hablarlo?- Alice se arrodillo en la orilla de la cama de Irene, pero su amiga solo negaba con la cabeza.
-No, gracias….fue,….horrible.- Irene comenzó a hipar del llanto.
-No lo quiero recordar.-
-Ayyy….ven aquí.- y Alice le brindo un abrazo, intentando calmarla frotando su espalda.- Solo fue eso…un sueño, no es real.-
-Créeme…de eso quiero convencerme….que no es real.-
-No lo es…no lo es….tranquila.-
¿Qué sabia Alice de su sueño?...no lo vio, no puede decir si era real o no. Tal vez la parte de su familia si era una realidad mezclada con fantasía; era obvio que Stephany nunca tuvo la dicha de conocer a su hija. Pero lo que fue la parte de su hogar….le dio miedo….algo decía que era verdad, que esa casa estaba en condiciones pésimas, que no era un sueño nada más…tal vez un mensaje, tal vez querían informarle algo sobre su antiguo hogar. Un pequeño impulso le decía que tenía que ir, pero otro impulso mucho mayor le decía que no lo hiciera…que solo era un SUEÑO, que no era verdad y no era necesario regresar a ese lugar.


-Sonja me ha mandado para que bajes a comer. No tengo hambre,….siento nauseas ahora.- Solo una de las tantas excusas que Irene se inventaba para no comer más.
- Aunque sea un plato de sopa.-
-No.-
-Por favor.-
-No.-
-¿Arroz?-
-No.-
-¿Aunque sea pan?-
-Que no, Alice,…tengo nauseas.-
-¿Una taza de té?- Irene lo pensó por un momento.
-Que sea sin azúcar.-
-Te lo traigo en seguida.- Alice le guiño un ojo y salió corriendo de la habitación rumbo a la cocina. Mientras que Irene se quedaba sola nuevamente en la habitación analizando cada detalle de su pesadilla.
-Casi nunca tengo pesadillas, ¿Qué sucedió ésta vez?...Tal vez no debo de ver imágenes tan fuertes antes de dormir. Para ser verdad, los cuerpos de esas chicas me asustaron. No quiero quedar así, solo ser delgada, para algún día ser modelo- Se dejo caer sobre sus codos viendo a través de la ventana, soñándose en las pasarelas, con los largo vestidos de diseñadores que aparecían en las revistas y televisión, ondeando las faldas, el cabello perfecto, maquillaje…desde el más seductor, hasta el más llamativo; los zapatos, el brillo de los reflectores. Faltaba muy poco para que a Irene se le comenzara a hacer un hilo de baba sobre la comisura de su labio.

----Mientras tanto, en la cocina----
Alice estaba frente al microondas esperando que el agua para el té estuviera lista.
-Alice!- y de un salto se giro al lugar de procedencia de la voz.
-Sonja… Me asustó-
-¿E Irene?....-
-Le llevaré una taza de té. Tiene nauseas.-
-¿Nauseas? ¿Por qué?-
-No lo sé exactamente, pero cuando entre a la habitación, la vi más pálida que nunca y comenzó a llorar.-
-Iré a verla.-
-No creo que sea necesario, ya se tranquilizo,…solo le llevaré la taza de té.-
Sonja se le quedo viendo algo dudosa a Alice.
-Está bien, confiare en que estará bien. Pero si algo pasa, iré sin dudarlo a su habitación. ¿De acuerdo?- Alice asintió mientras Sonja le apuntaba con el dedo. Y se retiro, mientras la alarma del microondas se dejaba escuchar.
Una vez preparado el té fue camino a las escaleras, en donde lamentablemente, se encontró con Marinne. Alice intento seguir su camino sin verla.
-Sabes que no tenemos permitido comer en las habitaciones.- dijo Marinne deteniéndose frente a Alice.
-No estoy llevando alimentos, es líquido, la misma materia de lo que está hecho tu cerebro.- Alice intento esquivar a Marinne, pero ésta le jalo del codo, intentando tirarle el té caliente,….pero el tiro le salió por la culata a Marinne, ya que ella termino siendo la quemada con unas cuantas gotas que volaron de la taza.
-ARGGGHH!!!- Se quejo fuertemente Marinne cubriéndose la parte herida.
-Eso te ganas por intentar hacer maldades.-
-Tú,…Alice…Pequeña bruja!!!- Marinne tomo impulsó para empujar a Alice, pero no se lo permitió.
-¡Oh No!....Si yo fuera tú…no haría eso.- dijo Alice con tono retador.
-¿Por qué?-Alice se agacho para quedar rostro a rostro con ella y alzando una ceja le dijo:
-¿Quién es la que tiene toda una taza de agua caliente en sus manos?...Y me conoces Marinne,…sabes perfectamente que soy capaza de hacerlo. No soy como Irene que se arrepiente en el último momento. ¿Quieres hacerme algo?.....Te reto.- Marinne frunció el seño, y sin decir nada, se dio media vuelta bajando las escaleras insultándola por lo bajo.
-Eso creí…- Y como si no hubiera pasado nada, volvió a encaminarse rumbo a su habitación.

-Toc , Toc.- dijo Alice abriendo un poco la puerta de su cuarto. Encontrando a Irene con medio cuerpo recostado en la cama.
-Uhmmm???….te tardaste mucho. Ya estaba comenzando a dormirme otra vez.- Irene se levanto sobre sus codos, tallándose un ojo con el dorso de la mano.
-Lo siento, es que Marinne quería jugar a “A ver quién se quema más rápido.”-
-¿Qué?-
- Ha, Ha….Nada- Alice tomo asiento en la orilla de la cama frente a Irene.- Toma tu té. De limón, tu favorito.-
-¿Sin azúcar?...- pregunto Irene antes de introducirlo en su boca.
-Sin azúcar.- dijo Alice.
-Eres la mejor…- y una amplia sonrisa se colocó en su rostro antes de darle el primer sorbo al té.
-Delicioso….- dijo Irene más que complacida con el sabor del té.- Deberías de dedicarte a la cocina…-
-Sí, y tú probaras todas mis comidas gratis.- Irene se quedo callada por unos minutos.
- Sí….¿p-por qué no?...-dijo algo dudosa, volviéndole a dar un sorbo al té.
-Bien pequeña…debo de prepararme para irme.-
-¿A dónde?-
-Conseguí un empleo en un restaurante-bar. Quiero ganar dinero. Vi una cámara de video en una tienda y la quiero….pero claro….el costo es enorme. Así que…intenta no distraerme.-
-¿Yo?.... ¿Cuándo?-
-¿Cuándo no? Sería la pregunta…-
-Si sabes que yo soy un ángel.-
-Ya quisieras…-
-Soy casi una santa….- y lo único que ambas hicieron fue soltar una fuerte risotada.
-Ay, Dios…se te han zafado mucho tornillos, picolina….- Alice se levanto de la cama mientras acariciaba el cabello de Irene, buscando con la mirada su mochila y cuadernos. Irene solo se concentraba en disfrutar del sabor y calor del té, cerrando los ojos, mientras que le vapor chocaba contra su rostro.
-¿Qué es esto?...- Irene abrió los ojos y miro donde su amiga estaba. Sintió un vació en l estomago al ver que en sus manos tenía el blog de notas donde había apuntado todo lo que encontró en el internet.
-¿Es tuyo?...-dijo Alice.
-No…Alice…espera…- Al ver que su amiga comenzaba a abrir la pasta del cuaderno se aterrorizo, deseando que no echara una ojeada a la parte trasera del blog, donde estaba escrito TODO. Se levanto rápidamente de la cama intentando evitar lo peor, pero accidentalmente tiro un poco de té caliente sobre su mano.
-Ah, Mierda!- maldijo sus malos reflejos. Pero sirvió para que Alice dejara el cuaderno dónde lo había encontrado.
-Irene, cuidado…será mejor que dejemos esto en la mesa de noche. Ya me di cuenta que el té puede ser un arma mortal.- dijo Alice tomando y dejando la taza en la mesita de al lado.-No iba a ver nada, si es eso lo que querías evitar. Solo quería saber si era tuyo.-
-Gracias- dijo Irene mientras se quitaba las gotas ya frías de su piel.- Es que…es mi…diario.- Se ruborizo un poco ante lo que ella consideraba un mentira ridícula. Ella no era de escribir en diarios.
-¿Un blog de notas como un diario?....Mala idea. No puedes andar dejando tus secretos así de libres- dejo salir un pesado suspiro.- Cuando tenga más dinero, te comprare un verdadero diario, con candado. Para que nadie lo pueda leer.-
Irene rio por lo bajo aún son su pequeño rubor en las mejillas.
-Gracias, Al.-
-De nada, pequeña.- Y Alice volvió a prepararse para salir a su trabajo. Cepillo su largo cabello negro como el carbón, largo hasta la altura de las costillas, ni tan chino, ni tan lacio…y su flequillo lo peino a un costado como siempre. Se maquillo sus ojos con el típico delineador negro y sombre gris, un poco de brillo en los labios y un casi notable rubor sobre las mejillas. Vistió unos botines hasta un poco más arriba de los tobillos, unas mayas en rejilla, un pequeño y ajustado short de mezclilla combinado perfectamente con una blusa gris de mangas y escote en cuadro.
-Te ves...Hermosa.- dijo susurrando Irene al quedar hipnotizada ante la belleza de su amiga.
-¿Qué?....Ñaaaa, todo esto es ropa donada. Solo hay que saber combinar- le dedico un guiño a su amiga.- Será mejor que me vaya.- se levanto del tocador y le deposito un beso sobre el cabello a Irene.- Acábate tu té…Nos vemos en la noche. Cuídate.- Solo eso dijo antes de salir de la habitación.
-Adiós, Alice…- susurró ella por lo bajo, a veces no le gustaba tener tan poco tiempo con Alice. Durante la semana casi no la veía ya que Irene estaba en la escuela por las mañanas y al llegar al orfanato solo podía estar unas 2 horas con Alice antes de que ella también se marchara a la escuela. Y ahora los fines de semana solo la vería en las mañanas antes de irse a trabajar. Y eso si es que no tenían tareas que hacer. Se sintió algo triste al pensar que su amiga se alejaba de ella. Aunque no fuera así…
-Creo que debo…hacer más…amigas.- y comenzó a frotarse el cuello en forma dudosa. – Bill y Tom son lindos amigos, pero necesito también presencia femenina conmigo. Solo Alice lo es…y ahora ya no podrá serlo por mucho tiempo.- Abrió rápidamente los ojos al recordar el por qué estaba tanto tiempo en la computadora….buscando dietas para verse bien,….para Bill. Gruño por lo bajo. No sabía si sería capaza de verlo mañana en la escuela y hablarle como si nada hubiera ocurrido.
-Porqué….nada ocurrió, ¿verdad?....Nada más que un simple…beso. Solo eso.- En su mente se empezó a hacer escenas vergonzosas que, según ella, podían suceder si se encontraba con Bill.
-Mañana buscare una amiga.- dijo Aterrorizada. Dejo salir un pesado suspiro.
-¿Por qué el amor es complicado?....Mierda…- Dirigió su mirada la taza de té, que ya casi estaba fría. En su mente pasó la idea de tirarlo por el escusado….pero la verdad es que….al té de limón no le negaba nada. Lo amaba, era su favorito…así que…por esa ocasión perdonó a la pequeña tacita y bebió de su interior.

-Aún sigue caliente.- volvió a hacer un gesto de satisfacción ante el sabor. Sorbo a sorbo lo fue disfrutando hasta dejar la taza vacía sobre la mesita.


----- Día siguiente. ----

Ya lista con mochila en mano, fue bajando las escaleras. Con su habitual flequillo, su maquillaje negro, una blusa roja vino y jeans rotos con sus botas. Estaba tan metida en sus pensamientos, que ni si quiera tomo importancia al llamado de Anke para que desayunara. Empujo la puerta para salir e irse caminando a la escuela.
A cada paso que daba, miraba al suelo, como un pie se colocaba frente al otro; escuchando el susurro de las voces de las gentes que a su lado pasaban. No sabía que haría al momento de llegar a su escuela, al momento de entrar a su aula,…al momento de ver a Bill.

Dejo salir un suspiro pesado al encontrarse frente a ella el edificio de la escuela. Y como si fuera caminando en un panteón, camino lentamente con la mirada pegada en la entrada. Ignorando los saludos que todos le dedicaban, solo quería entrar ya.

Justo cuando puso un pie dentro de su aula, la campana sonó. Con la mirada busco su asiento habitual,..En medio de los gemelos. No quería, así que busco uno más al frente. Bill pudo notar la distancia tan lejana en la que decidió sentarse su amiga, y le pareció extraño.
La maestra entro dando su discurso de “Bueno días, alumnos. Espero que hayan hecho su tarea,…Bla, bla, bla.”

-Dios, espero que no sea un día pesado.- Gruño Irene mientras chocaba su frente contra su banca.


POR IRENE:
Secundaria. Es como una jungla, tan grande, un lugar que si no conoces te puedes perder. Y los alumnos toman el lugar de los animales. Diversas especies, todas con su forma de vida y formas de sobrevivir.

Un buen lugar en dónde puedes encontrar a éstas “especies” son especialmente a la hora del descanso en la cafetería o en las canchas. Donde todos conviven con todos,…o simplemente se critican unos a otros, se cuentan sus problemas….o hacen “NADA”.
Hay de todo, comencemos con la cafetería: Hay una mesa de todo para todos.
Los populares,….Los nerds,…los futbolistas y sus porristas,….los atléticos,…los chismosos y criticones, que ni se molestan en criticarse ellos mismos; Los que vienen de otros países,…los góticos,…los metrosexuales,….los que solo piensas en sexo y los que no,…los skates, entre ellos Tom, aunque la mayoría de las veces se caía de la patineta, y prefería estar con Bill que hacer el ridículo; Los que comen mucho….y los que no comen nada. De todo puedes encontrar en una escuela. Pero yo tenía un solo objetivo.

Al momento de sonar la campana para el descanso, salí disparada como rayo. Pude notar que los gemelos venían a mí, así que yo apresure mi paso. Si me ponía a hablar con ellos, mi plan no saldría del todo bien.
Baje a la cafetería, en donde todos ya estaban haciendo fila para tomar sus alimentos y comenzaban a tomar sus mesas de siempre con los amigos de siempre. Comencé a caminar entre las personas, buscando una “Amiga” o alguien parecido. Me acerque a unas chicas nuevas que venían de Francia. Su acento alemán era hermoso, pero más hermoso era escucharlas hablar francés.

-“Il ist precioux” (Él es precioso)- decían las chica,s suspirando, mirando a un chico. Yo gire mi cabeza a la dirección de sus embobados ojos. Para mi desgracia…miraban a Bill. Él era su “precioso”. Sentí celos, no lo niego….
-Creo que no me sentare con ellas.- y camine alejándome de esa mesa. Cuantas más risitas y suspiros escuchaban de ellas, más rápido corría. Y con rabia empuje las puertas que dirigían al jardín.
-“Il ist mon precioux. Il ist mon coer” (él es mi preciado, él es mi corazón)…bla, bla, bla.”- Me comencé a burlar de ellas con el poco francés que sabía.
Alcé la mirada, noté a algunas porristas haciendo acrobacias y calentamiento en un lado de la cancha. Algunos góticos leyendo, debajo de la sombra de un árbol, lo que seguramente serían libros de poemas o muerte.
Otros simplemente comían un poco de sus alimentos o tomaban de sus refrescos.
Resoplé fuertemente, haciendo que unos cuantos cabellos de mi flequillo volaran y volvieran a caer en su sitio. Volví a recorrer el lugar con la mirada, decepcionada al no encontrar un lugar en el cual yo también me pudiera integrar.
Estuve a punto de marcharme rumbo al salón,…pero…ahí estaba….Ahí la vi, tan sola. Ursula,…como siempre sola, sentada cerca de la puerta de la cafetería, es por eso que no la vi al salir. Con un libro en mano, en donde la pasta negra del libro resaltaba tan impactantemente con la palidez escalofriante de su cuerpo. Con sus ultra finos dedos cambiaba de hoja y soltaba suspiros, haciendo que sus costillas se notaran tras su delgada blusa blanca de algodón talla extra chica. No era ningún secreto el saber que Ursula tenía problemas para controlar su bulimia.
Su mirada perdida en las palabras de las hojas, que ni siquiera noto cuando llegue frente a ella. Tuve que carraspear un par de veces para que se diera cuenta de mi presencia. Hasta que ella por fin me volteo a ver.
-Hallo, Ursula.- dije yo de buena manera, pero ella no me contesto, solo me miro con ojos fríos.- ¿Me…puedo sentar…contigo?- aparto sus ojos de mi para volverlos a colocar sobre las paginas.
-Como quieras.- dijo haciendo un leve movimiento con los hombros. Tome asiento a un lado de ella. Un largo e incomodo silencio se hizo entre nosotras.
-Y…..¿cómo has estado?-
-Muriendo.- dijo muy despreocupada, pero esas palabras me cayeron como balde de agua helada sobre la espalda. Intente cambiar rápidamente el tema.
-¿Qué lees?-
- “El abogado de los muertos.”-
-¿Te gusta ese tipo de lecturas?-
-Es lo que más está de moda. Lecturas sobre muerte.-
-Pues…sí, creo que sí,…pero también están los clásicos de Shakespeare y eso….- aparto su mirada del libro mientras colocaba un separador en la página indicada, y me miro con aquellos ojos que posaban sobre enormes ojeras moradas.
-¿Qué quieres Irene?- Quería algo en especial de ella, no solo amistad….tal vez…ella me pudiera ayudar en algo. Pero me dio miedo escupir las palabras.
-Yo….yo…yo….quería saber. Estaba pensando que…tal vez…-
-Escúpelo de una vez.-
-Está bien,…no…no apresures.- deje liberar un fuerte y pesado suspiro, hasta que me arme de valor para decir las primeras palabras.- Necesito tu ayuda….- Me miro confundida alzando una ceja.
-¿Qué tipo de ayuda? Si te has dado cuenta, no todos hablan maravillas de mí. ¿Porqué mi ayuda?-
-Por qué….tú tienes algo que yo anhelo.- dije algo ya más misteriosa.
-¿Qué?- Y recorrí velozmente su delgado cuerpo con la mirada.
-Ser delgada.- dije yo, y en cuanto ella escucho esas palabras, se le ilumino una gran sonrisa chueca sobre su rostro.
-Con que….de eso se trata- dejo el libro a un lado suyo y se acerco más a mí. Me recorrió un frío por la espalda, aunque suena mal educado….sentí como si la huesuda muerte se acercara a mí para tomar mi alma y llevársela.
-Necesito que me ayudes….a alcanzar mi objetivo de…ser delgada.- dije nerviosa mirando sus marrones ojos.
-¿Y por qué la urgencia de bajar de peso tan a prisa?-
-Quiero ser…modelo…y me costara mucho trabajo alcanzar el cuerpo de una.- Ella no dijo nada, solo me hecho un vistazo rápido.
-Levántate.- me ordeno.
-¿Qué?-
-Párate, levántate,…no sé como lo entiendas tú….Solo despega tu trasero del suelo y colócate frente a mi.- y eso hice. Después de varios minutos dando vueltas para que Ursula me mirara bien, me dijo que me sentara de nuevo a su lado. Recargo su espalda a la pared, casi acostándose, arranco una pequeña flor que había a su lado y empezó a jugar con sus pétalos.
-Sabes …..Lo que me estás pidiendo, ¿verdad?...A mí….Ursula. Sabes quien soy yo, sabes lo que hago…y todos saben que lo qué hago…está mal.-
-Sé que es peligroso. Sé que está mal…pero estoy dispuesta a hacer lo que sea. Me dijeron una vez que debía de hacer lo imposible por mis sueños,…y mi sueño es ser modelo, y lo seré…cueste lo que cueste. Pero tú me puedes ayudar a que no sea tan difícil de lograrlo.- ……

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta ler sto s lo mejor hagan mas

Anónimo dijo...

m gusta mucho scribes muy bn x fa sige esta muy intresante. _M dejast a medias...

Anónimo dijo...

M enknta tu historia cuando vas a seguir escribiendo?

Anónimo dijo...

sige kon sta historia vamos sigue PAU t djo mi correo contactam: ichbinschon3smadch3n4usd3m4ll@yahoo.com.mx
Bye¡¡¡¡