birthday de los kaulitz

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domingo, 19 de septiembre de 2010

Nunca te dejare caer. Cap 15






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Había llegado la hora de la salida, ósea…hora de que se iniciara con el plan “cumpleaños”. Como siempre Irene espero unos momentos en la entrada de la escuela para que los gemelos salieran y se despidieran. Tenía que ir a comprar los regalos, ir por Alice, Georg y Gustav a la vieja plaza, luego ellos escoger un regalo y para finalizar ir a la casa de los gemelos para celebrar, …todo eso e iba algo atrasada.
-¿Dónde están?...No me dará tiempo.- Irene comenzó a mover la pierna impacientemente. Hasta que escucho unas risas detrás de ella, eran los gemelos acompañados de Ina y Sabrina.
-Perdona Irene, nos quedamos hablando por un rato en las escaleras.- dijo Bill.
-No hay problema.-
-Es que Bill no le para la boca.- dijo Tom.
-¿Y a ti no, Tom?- dijo Sabrina. Los cuatro rieron, Irene solo dibujo una ligera sonrisa en su rostro.
-Chicos, me tengo que ir, Anke y Sonja me esperan.- Pero no le hicieron caso a sus palabras.-Hey…-siguieron riéndose entre ellos cuatro. Hasta que Irene hizo un gesto de despedida fue cuando se dieron cuenta que debía partir. Los cuatros se despidieron de ella y rápidamente se fue corriendo a rumbo al orfanato.

Corría y corría, los pulmones sentía que se les saldría por la garganta. Abrió las puertas del orfanato y Alice estaba en la sala de entretenimiento leyendo un libro.
-Te tardaste…-
-No me quería ir sin despedirme…Déjame tomar un respiro y nos vamos.-
-Necesito ir por el dinero.- Dijo Alice.
-Yo también. Subamos rápido.- Y amabas corrieron hasta lo alto de su habitación.

-Alice, no lo encuentro…- Irene buscaba pero su dinero no aparecía.
-Debes de haberlo guardado en otro lugar.-
-Ya lo recuerdo…lo deje dentro de mi libro favorito.- Y así como lo dijo, ahí estaba, en su novela de amor vampiresa favorita. Quién sabe cuántas veces ya había leído ese libro, las paginas ya estaba desgastadas, algunas rotas de tanto haberlas cambiado una y otra vez; la pasta estaba manchada, mojada, doblada,…pero el nombre aun seguía entendible.

-Corre, corre…debemos de ir dónde Gustav y Georg!- Irene empujaba a Alice del hombro. A grandes saltos fueron bajando los escalones. Al llegar al pasillo para salir fueron interrumpidas.
-Irene,…¿puedes venir un momento?- Se escucho la voz de Anke salir desde su oficina, apenas se Alice había abierto la puerta principal.
-Adelántate tú, Alice…los veo allá en unos minutos.- dijo Irene.
-No te tardes. Búscanos en las tiendas de regalos.- Y se fue. Irene a paso lento se dirigió a la puerta de la oficina de Anke, dio unos pequeños toquidos y esperó a que Anke le permitiera el paso.
-Pasa Irene…- se escuchó y ella solo entre-abrió la puerta dejando ver la mitad de su rostro.
-Pasa, Pasa…- Anke le hizo un movimiento con la mano. Al abrir toda la puerta pudo notar a una pareja sentada frente al escritorio de Anke.
-Buenas…tardes…- dijo Irene dudosa entrando a la habitación.
-Irene,…ellos son los señores Christine y Marius Meyer.-
-Mucho gusto.- Irene extendió su mano para saludar.
-Es lindo conocerte Irene. Hemos oído mucho de ti.-dijo la señorita Christine.
-¿En serio? ¿Cómo qué?...-
-Tom asiento por favor, Irene.- dijo Anke levantándose de su lugar para que luego Irene se pudiera sentar.
-Irene,…los señores Meyer estarían más que felices….el que tú aceptaras….formar parte de un familia. Su familia.- Anke hizo énfasis en lo último. Irene sintió cómo si se le fuera el aire. No sabía qué decir, qué pensar, cómo reaccionar ante ésa propuesta.
-¿Qué?....- dijo Irene muy por lo bajo.
-Hemos estado viniendo los últimos días, te hemos visto cómo te diviertes con los niños, cómo haces todas tus tareas. Eres linda, hemos leído tu historial. Creemos que nosotros podemos llenar ése hueco que tú tienes.- dijo Christine.
-¿Qué opinas Irene?- dijo el señor Marius.
-¿Tienen más hijos?- pregunto Irene.
-No…lamentablemente yo no puedo tener…más hijos.- dijo la señorita Christine muy decepcionada. –Pero vemos que tú podrías llegar a ser una buena hija. ¿Te gustaría vivir con nosotros?-
-¿Qué tan lejos…viven de aquí?-
-Vivimos en Hanover. Tenemos planeado regresar en unos días…- dijo Christine.
-Pero no queríamos hacerlo sin llevarnos un “recuerdo” de Hamburgo.- dijo divertido el señor Marius.
-¿Qué?..¿Ir a Hanover?- dijo Irene sobresaltada.
-Nosotros somos de allá, y queremos regresar después de haber estado tanto tiempo aquí. Ya hemos encontrado una casa con 3 habitaciones, ya tenemos un boleto pagado,…solo necesitamos a ése alguien que tome el boleto.- dijo Sr. Marius.
-¿Qué opinas Irene? ¿Te quedas…o te vas?-dijo Anke. Los tres se le quedaban viendo.
-…”Qué hago?...Hanover, tal vez…tal vez pueda ver a Sandra. Volverla a ver. Pero…no quiero alejarme tanto de Alice,…de Gustav,..de Georg,..de Tom y de Bill. Pero ésta es la primera solicitud de adopción que he tenido después de varios años. Quién sabe cuándo volveré a tener otra. Pasaran otros años….-“Irene miro el reloj de la pared, ya era muy tarde, solo podía pensar en Bill y en Tom en ése momento. Estaba bloqueada.
-¿Irene?...-
-“ Una decisión…una decisión… debo de tomar una ahora. Si me voy con ellos dejare a mis amigos y me quedare sola, pero si no la acepto, me seguiré quedando sola y sin familia hasta que otra pareja venga y me quiera adoptar….”-

-Yo….Yo….-
-Me harías mas que feliz si me permitieras ser tu madre, Irene.- En ése momento la foto que tenía Irene guardada de su madre se le apareció en la mente –“…Mamá..”- También la imagen de Sandra y de Simone si hicieron presente, a ellas también las consideraba como sus madres o sus mejores amigas, a ellas las conocía, con ellas se divertía…no sabía qué hacer, a esa pareja no las conocía. Aunque no se veían malas, se veía que entre ellos había mucho amor y que sobrara un poco más para poder brindárselo a un niño o niña. Un amor que tal vez….ella no sabría como agradecer. No se sentía lista aún, No quería irse de su hogar, de su amada tierra…. conocer a más gente, sentirse más preparada para aceptar a una familia…quería estar con sus amigos.

-No.- Dijo Irene levantándose de su asiento. –Lo lamento mucho, ustedes merecen un hijo o hija, no soy la adecuada. Estoy muy unida con ésta tierra, me dolería mucho apartarme de aquí. Tengo tan poco pero me ha sido mi todo y no quiero perderlo. Lo lamento…..- Irene se dirigió a la puerta, mientras pudo escuchas sollozos provenir de Christine. Irene colocó una mano en la perilla fría y se quedo pensando. Se dio la media vuelta para verlos.- Aunque….ustedes dos podrían hacer feliz a alguien más.- La miraron confusos lo que ella sonrió ampliamente.

**** ((Media hora después))****

- Amigos, Amigos!!!....qué creen?...Me han adoptado!!!!- gritaba la pequeña Barbara saltando de un lado a otro junto con sus amigos.
-Es en serio?...Muchas felicidades Barabara.- Todos fueron a abrazarla.
-Tengo familia!!..Tengo familia!!- Las risas, abrazos, lágrimas y brincos de emoción se hicieron presentes alrededor de Barabara.
-Han hecho una muy buena elección.- dijo Irene a la pareja Meyer.
-Muchas gracias Irene, Nos has hecho muy felices.- Christine fue y la abrazo. Después de haber hablado por un rato Irene les presento a la pareja Meyer a la pequeña Barbara, a la niña a quién Irene había cuidado como su hermanita pequeña, le dolía a la vez que tuviera que partir, después de tantos años juntas, pero se sentía muy bien el ver a la pequeñita feliz de tener la familia que tanto había deseado. Irene recordaba cómo Barabara a veces le pedía a Santa Claus una familia adoptiva, a la mañana siguiente la pequeñita salía corriendo temprano a la puerta para ver si había alguien esperando por ella,..y al final acababa con el corazón destrozado al ver que no.

Barabara subió a su habitación para tomar todas sus pertenencias. Iría a su nuevo hogar y no podía esperar por eso. Bajo corriendo para volverse a despedir.
-Irene, tengo casa nueva!!!- gritaba Barbara.
-Estoy más que feliz por ti, mi niñita.- Barbara fue y la abrazo fuertemente de la cintura.
-Muchas gracias, Irene.- ella no pudo evitar llorar, creyó sentirse igual que el momento en el que Sandra la dejo. Su hermanita, la niñita que fue abandonada, pero que ella nunca abandonó la esperanza de ser adoptada, tener una familia, alguien que la quisiera.
Les fue muy difícil decir adiós, pero tenían que hacerlo. En cuanto más pronto Barbara estuviera en un hogar, mejor.
-Te iré a buscar Barbara, cuando seas ya una niña grande. Te iré a buscar a Hanover.-
-No tardes, Irene.-
-Te prometo que no.- Ahora Irene tendría a dos personas que buscar un día en Hanover. Sandra y Barbara. Solo vio como la chiquilla subía al vehículo, todos despidiéndose de ella con las manos, deseándole lo mejor, que fuera feliz.

- - - -
Camino a la casa de los gemelos Irene seguía sin poder creer que su hermanita menor ya había partido, para cumplir el sueño tan anhelado de todos los que habitaban en ese orfanato. Y la verdad es que esa oportunidad era para Irene, para nadie más...pero se negó ante esa propuesta por dos razones…Una, por lo mucho que amaba a sus amigos, y Dos porqué quería que Sandra fuera feliz. Ambas razones tienen algo en común,…”Amistad”. Irene podría dejar y hacer todo,…solo por ver a sus amigos sonreír .Nuevamente las lágrimas se hicieron presentes,…se sentía orgullosa de ella misma. Eso casi nunca pasaba.

Llegó a la casa de los gemelos, en la ventana podía observar a Alice aguardando por ella. Al ver a Irene acercarse salió corriendo para recibirla.
-¿Dónde estabas? Simone está preocupada, pensamos qué no llegarías. Te tardaste años…- Alice dejo de hablar al ver los ojos hinchados de Irene.- ¿Qué tienes? ¿Qué pasa?- Irene no contestó,…solo la abrazo. Se sentía mal porqué Alice fue la única que no pudo despedirse de Barbara.
-Barbara me manda a decirte qué…te quiere mucho.- Alice no entendía.- …Y que cuando quieras…puedes ir a visitarla a Hanover en su nuevo Hogar.- Hasta que por fin capto.
- N-Nuevo…hogar?- Irene asintió. Alice igual quería llorar de alegría y felicidad.
- A Barabara la acaban de adoptar. Tendrá un hogar y Familia en Hanover. Es por eso que me tarde,…la verdad es que…esa oferta de adopción era para mí. Me querían adoptar…-
-¿Y dijiste que no?-
-Pues si estoy aquí es porque dije que no. Les aconseje que adoptaran a Barbara y al instante aceptaron.-
-¿Porqué te negaste?-
-Por que soy débil. No puedo dejar mi tierra, mucho menos a mis amigos.- Alice se sintió conmocionada y volvió a abrazar a Irene con fuerza.
El tierno momento fue interrumpido por el sonido de la voz de Gustav.
-Irene,…por fin llegas.- Y el gran chico le alboroto el cabello a Irene. -¿Qué te has hecho en el cabello, eh?-
-Un cambio. ¿Te gusta?-
-Sí, te queda bien.- Noto los ojos rojos de su amiga. –Ash, ya no llores por mí….¿que no ves que ya estoy aquí?- Y obliga a Irene a que lo abrace. –Es que me extraña. No puede vivir sin mi…- dijo Gustav dirigiéndose a Alice.
-Si claro...ya quisieras Gustav.- le regaño Irene.
-Debemos entrar, Simone quiere que le ayudemos a decorar todo antes de que lleguen los demás.- dijo Alice.
-¿Y los gemelos?- dijo Irene.
-Gordon los llevo de paseo por el centro comercial, llegaran casi al anochecer, pero debe de estar todo listo cuando los familiares lleguen.- Al entrar a la casa encontraron a una atareada Simone poniendo mesas, manteles, apilando platos, sirviendo vasos, acercando bocadillos, y junto con ella le ayudaba el gran Georg mientras que Andreas revisaba música qué poner.
-IRENE ¡!!- Dijo emocionada Simone al ver a la castaña parada en la puerta.- Daba por seguro que ya no vendrías.-
-Hubo contratiempos….Pero jamás dejaría a mis amigos.- Y le dedico una rápida mirada a Alice, ella le contesto con una sonrisa. - Y hablando de amigos…veo que ya conoces a Mis amigos, no?-
-Oh sí, todos muy lindos. En especial él.- dijo refiriéndose a Georg.- Muy amable, me ayudo a colocar todas las mesas. Andreas es…muy platicador,…mientras que Gus…..esssss un poco más silencioso.- dijo Simone esperando no haber incomodado a Gustav.
-Sí, no soy muy abierto. Pero…¿qué se la hará?- Y todos sonrieron.
-Vengan chicas ayúdenme a servir los bocadillos.- Simone entró a la cocina, Alice le quería seguir pero Irene la sostuvo de la muñeca.
-Pzz…Alice….-
-Sí?-
-Hazme un favor-
-¿Otro?-
-Muy graciosa. Escucha, ya no pude pasar por la tienda de regalos, se me olvido…Por favor..por favor…¿puedes ir tú? Aún está abierto.-
-¿Porqué no vas tú?-
-Por que ya estuve mucho tiempo afuera y si me vuelvo a ir Simone pensara que no quiero estar aquí y se sentirá mal. Yo la ayudare con los bocadillos junto con Geo,…Por favor, puedes ir? Te lo ruego….- Alice torció los ojos mientras le extendía la mano para que Irene depositara el dinero en su palma.
-Muchas Gracias!- Coloco el dinero suficiente en su mano y ésta salió corriendo del lugar cuál rayo de luz. Irene prosiguió por entrar a la cocina, Simone notó la falta de presencia de Alice.
-¿Y ella?-
-Fue a comprar algo para mí. Ya regresa.-
-Está bien, la esperaremos. Mientras ¿Me quieres ayudar?-
-Con gusto.-
-Gracias, debo de poner muchos platos con comida,…no tienes idea de lo mucho que come la familia. Tom es el que más se la pasa comiendo, no entiendo cómo hace para estar así de delgado. Igual Bill, él está muy delgado. No come tanto como Tom, pero sí le fascinan las golosinas.-
-Sí, están tan delgados. Son lindos…me divierto con ellos.-
-Y ellos contigo. No dejan de hablar de ustedes dos, de ti y de Alice.-
-¿Somos sus únicas amigas?-
-Dicen que conocen a más gente, pero que ustedes dos son las mejores. También hace poco comenzaron a hablar sobre dos chicas,…una de nombre…creo que Ina y la otra Sabrina. ¿Las conoces también?-
-Uhmmm, no exactamente….sé quiénes son, sé cómo identificarlas y no me molesta hablarles, pero no las conozco del todo.-
-Dicen que son lindas…-
-Sí…..creo que lo son.- Dijo Irene muy apagada, Simone lo noto.
-Aunque….tu y Alice son más que bonitas, son hermosas.- Irene rió con sorna.
-Es en serio.-
-Alice es bella, es hermosa, sexy para sus casi 16 años….Yo no sé cómo soy.-
-Eres linda. Eres Irene.- “No quiero ser más Irene…” Pensaba ella. El timbre sonó y Simone fue a atender.
-Deben de ser los tíos de los gemelos que ya llegan.- Y salió rápidamente con algunos bocadillos en mano para ofrecérselos. Irene se quedo adentro de la cocina.
“…Eres Irene, Eres Irene, Eres Irene…” La voz de Simone le resonaba en la cabeza. “Irene” ,…su nombre, podría hacer miles de cosas con su nombre,…desde el hacer papeleos o identificaciones, como el cambiarlo por otro que ella quisiera. Pero no quería cambiarlo…solo quería que su nombre tuviera un significado con el cual la gente la reconociera, que supieran que es, que hace ella. Que ese nombre Irene no signifique unas simples letras…sino algo más. Una “Irene” diferente. Que su nombre, su huella, quedara por el mundo,….o mínimo en el corazón de alguien.

Al salir de la cocina con algunos platos y vasos, noto que toda la sala ya estaba llena de los familiares de los gemelos. Al parecer casi todos habían llegado al mismo tiempo.
-Atención familia,…todos ellos son los amigos de los gemelos. Irene, Alice, Gustav, Georg y Andreas.-
-“Hola”- Corearon los 5 y recibieron sonrisas de parte de la familia. Y el ruido de voces volvió a sonar en las paredes.
-La familia es grande.- dijo Irene.
-Y no todos podrá venir,…por ejemplo…hay una tía de los gemelos que vive en Argentina, ella no podrá venir hoy. Faltan muchos más.- dijo Simone. Irene no salía de su asombro, no podía creer todo lo que los gemelos tenían y que ella quería o deseaba. Eran afortunados.

-Simone, Simone, Simone….escucho el carro de Gordon en el garaje. Ya llegaron.- dijo Alice informándole a Simone.
-Muy bien, todos escuchen. Apaguen luces e intenten esconderse. Ya llegaron los gemelos.- Y todos corrieron a seguir instrucciones. Luces apagadas.
-Tengo hambre, Papá…- decía Tom abriendo la puerta.
-Ahorita comes algo.- dijo Gordon.
-No creo que mamá haya preparado algo de cenar aún.- Y encendió la luz de la sala.
-SORPRESA!!!!!- Gritaron todos saliendo de sus escondites, dejando ver cada detalle, las mesas globos, regalos…todo.
-Yo creo mi mamá sí hizo algo de cenar, Tom.- Dijo Bill quedándose sorprendido.
Feliz cumpleaños, Kaulitz!!!- grito Irene alzando los brazos.
-Irene!...-dijo Bill
-Una fiesta solo para ustedes!.-exclamó Alice.
-Alice!!- dijo Tom.
-Feliz cumpleaños hijos.- dijo Gordon abrazándolos.
-Muchas gracias, papá. No lo esperábamos.- dijo Bill
-Ay, mis hijos!!! Feliz cumpleaños, niños.- decía Simone acercándose a ellos.
-Ya no somos niños, mamá,.- Dijo Tom.
-Para mí siempre serán los bebes que yo vestía igual con sus gorritos y sus pantaloncitos azules y…-
-MAMÁ!!- Corearon ambos. Todos los presentes ahí se reían entre dientes.
-Feliz cumpleaños, hijos.- volvió a decir Simone.
-Gracias mamá.-Y los libero de su agarre.
-Gemelos!!!.- grito Irene saltando frente a ellos.
-Irene!!!.- se burlaron de ella.
-Ja ¡ Creyeron que se librarían de mi en su cumpleaños?....No coman ansias.- dijo Irene.
-Realmente creí que no estarías con nosotros.-dijo Tom.
-Estuvo a punto de no hacerlo.- susurro Alice e Irene le dio una codazo.
-¿A qué te refieres, Alice?- dijo Bill.
-Lo que pasa es que…tuve un pequeño contratiempo antes de venir.- dijo nerviosa Irene.
-¿Qué paso?...- dijo Tom.
-Ja,…deberían de sentirse muy afortunados de tener una amiga como Irene, gemelos.- dijo Alice retirándose.
-No entiendo…- dijo Bill confuso. Irene le sonrió y tomo las manos de ambos gemelos y les dedico una mirada profunda.
-….Me querían adoptar.-
-¿En serio?...Qué gran noticia. Tendrás familia. Eso es grandioso…- dijo Bill emocionado.
-Bill,…dije que no a esa adopción. Me negué. No me adoptaron.-
-¿Por…Porqué?-Irene los miro a ambos.
-Porque me prometí no dejarlos en ésta fecha especial. Quería estar con ustedes hoy….y todos los días siguientes. No me quiero alejar de mis únicos y verdaderos amigos.-
-Pero…el que te adopten no quiere decir que nos dejemos de ver.- dijo Tom.
-…Me querían llevar a vivir a Hanover.- Hubo silencio por parte de los gemelos.
-Dejaste…una adopción…por…nosotros?- dijo Bill que no salía de su asombro.
-Por mis amigos haría y dejaría de hacer lo que fuera.-
-No sabemos…qué decir, Irene.- dijo Tom.
-Solo con un gracias basta! Ahaha ….-
-¿Qué tal un gracias…y un abrazo?- dijo Bill
-Me parece mucho mejor.- Y los tres amigos se abrazaron.
-Ayyyyyy,….pero qué lindo momento.- exclamo Georg acercándose con una botella de cerveza.
-Ya tan temprano vas a beber?- dijo Irene.
-Él ya venía borracho, Irene…- comento a los lejos Gustav.
-Eres un chismoso. Yo no bebí nada antes de llegar,…lo juro así cómo me llamo Georg Schäfer…-
-Georg…- dijo Gustav serio.
-¿Qué?...-
-Yo me llamo Schäfer. Tú eres “Georg Listing.”-
-Se escriben casi igual, no?...es por eso que casi siempre me confundo.- Y se empino la botella para darle otro trago.-¿gustan?- dijo Georg ofreciéndoles a los tres adolescentes. Irene se negó, pero los gemelos no.
-¿Beben?- dijo sorprendida Irene.
-Algo, no con mucha frecuencia,…pero sí.- dijo Bill al terminar de tomar un trago a la botella y luego entregándosela a Tom.

-Tom, no bebas tan temprano. Deja esa botella y ve a saludar a tu tía Carmela.- dijo Simone y los gemelos obedecieron, fueron a saludar y a platicar con cada uno de los parientes. Irene al sentirse sola fue en busca de Alice, que la encontró sentada en las escaleras con un pequeño plato de bocadillos.
-¿Divertida la fiesta?- comento Irene.
-Es más divertido ver a Georg borracho.-
-Sí,…recuerdo la vez en que todos nos fuimos a la feria,…y él ya estaba tan ebrio…que nos quiso demostrar el amor que nos tiene…tratando de besarnos a todos. Inclusive a los que pasaban por ahí los quería besar!!! Ahahahahahaha….- Irene y Alice comenzaron a carcajear tan fuerte hasta que les dolió la barriga.
-Ay Dios…si Anke y Sonja se enteraran eso de Geo Y Gus….no nos dejarían juntarnos con ellos.- dijo Alice. Se quedaron sentadas platicando por unas cuantas horas. Hasta que momentos después, Alice puso la mirada en los gemelos.- No sabía que bebieran,…-
-Yo tampoco.- Irene tomó asiento a un lado de su amiga. – Alice, tú bebes. ¿Qué se siente o a qué sabe?-
-No es la gran cosa. Pero a veces es divertido…creo.-
-¿Crees?-
-Es que han sido tantas las veces que no recuerdo cómo termina todo que no sé si me divertí o no. No te digo que no bebas, pero tampoco te digo que es algo genial. Es una adicción.- Alice comenzó a manosear los bocadillos que tenía en su plato, así que Irene se dedico a ver cómo Bill se empinaba constantemente la botella. Se le quedo viendo por un largo rato. Mirando cada facción de él. Si él quisiera podría ser modelo,...se veía que tenía vocación para posar. Miles de chicas de seguro se morirían por sus fotos. Su rostro, su mirada…su dulce mirada café enmarcada de color negro….-…”OH, qué me sucede?”- Irene se ruborizo por los pensamientos que comenzaba a tener con su amigo. Pero la verdad es que no dejaba de quitarle la mirada.
-….”16 años ya ha cumplido. No lo creo. Solo meces llevo de conocerlo,..y nos hicimos amigos al instante. Desde que les conté mi historia y vi que no se burlaron o no me criticaron cómo los demás,…que vi esa sinceridad en sus ojos…algo me dijo que seríamos los mejores amigos. Bill y Tom sí se parecen en algunos rasgos…pero Bill es….diferente. No solo físicamente,…sino que…tiene algo diferente a los demás…algo…tierno. Algo que uno no se imagina que tiene la primera vez que lo ve…y cuando lo conoces…te sorprende el tesoro que puedes llegar a encontrar…”-
-Tierra a Irene…- Alice movió la mano frente a ella al ver su mirada perdida.
-No hagas eso…sabes que me fastidia.- Irene le alejo la mano del frente.
-Perdona…pero debía hacerlo,..Tenías casi el hilo de baba colgando de tu labio.-
-No es verdad.-
-Bueno no lo es. ¿En qué piensas?-
-En…nada…- Irene se sonrojo, Alice lo noto.
-Bueno…cambio mi pregunta,…¿en “Quién” piensas?-
-Graciosa, eh?-
-Y ¿porqué te sonrojas?-
-Tengo calor…-
-Oye...esa es mi excusa!-
-¿Excusa? Entonces sí estabas mintiendo ése día que vinimos?!-Irene atrapó a Alice
-No…digo,..Yo…NO ME CAMBIES EL TEMA! ¿Qué tienes?-
-Yo…pues…- comenzó a hablar, no tenía el porqué ocultarle nada a Alice, estaba decidida a hablar cuando sintieron la presencia de alguien frente a ellas.
-¿Por qué tan solas?- dijo Bill recargándose en el barandal de las escaleras.
-No conocemos a nadie más. Geo, Andreas y Gus están bebiendo.- dijo Alice.
-¿Y Tom?- preguntó Irene.
-Con mis tíos. Lo deje sufrir por un rato-
-Malvado.- dijo Irene.
-Irene…voy por más comida y a salvar a Tom. Nos vemos.- dijo Alice levantándose
-No, Alice…aguarda.- Irene intento jalarla del brazo, pero ya se había ido. Ahora estaba Bill e Irene…totalmente solos,…y por si fuera poco….Bill ya bebido.
-Me sentare un rato contigo.- dijo Bill tomando asiento.
-Está bien…- dijo Irene haciéndose a un lado, frotando sus piernas y sintiendo cómo le comenzaban a sudar las manos. Se quedo así por un largo rato.
-¿Sucede algo?- dijo Bill, Irene ni siquiera lo miraba.
-No…- dijo rápidamente.
-¿Te sientes mal?- Bill se fue acercando a ella.
-No…- Irene se fue pegando cada vez más al barandal. “¿Qué sucede? ¿Por qué Bill está tan cerca? ¿Por qué me pongo así con él? Nunca antes había pasado….” Miles de preguntas circulaban en su cabeza. Cuando sintió la mano de Bill sobándole la espalda fue cuando se asusto y levanto la cabeza,…para así encontrarse a Bill muy cerca,…muy, pero muy cerca de su rostro. Bill solo quería tranquilizarla por si se sentía mal,…pero ahora con la corta distancia que se tenían parecía que sus intenciones eran otras.
-Bill…- dijo Irene muy nerviosa. Él no contesto, solo se perdió en el color verde de los ojos de Irene. Ambos sintieron sus mejillas arder. Ambos recorrieron con la mirada los detalles de sus rostros. Irene sentía su respiración agitarse, y sintió a su corazón enfriarse al notar que Bill poco a poco…se acercaba a ella.

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